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Juárez

Da su última rodada

Grupos de bikers despiden a ‘La Abue’, quien impulsara la unión entre motociclistas y la organización de eventos altruistas

Miguel Vargas
El Diario de Juárez

jueves, 23 septiembre 2021 | 12:58

Gabriel Cardona / El Diario de Juárez | Los motociclistas llegaron hasta la ‘Plaza de la Moto’, donde rodearon el féretro con flores Gabriel Cardona / El Diario de Juárez | Recuerdo de Hilda Guadalupe Molina Rodríguez Gabriel Cardona / El Diario de Juárez | Familiares y amigos se congregaron para darle el último adiós

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Los diferentes clubes de bikers de la ciudad se encuentran de luto, luego de que falleciera la “abuela” de todos ellos: Hilda Guadalupe Molina Rodríguez.

Hilda, “La Abue”, como se le conocía, era una mujer que a sus 64 años de edad y montada en una chopper impulsó la unión entre los motociclistas locales y la ayuda altruista para los más necesitados. 

La muerte llegó por ella justo cuando compartía con un grupo de motorizados en la “Plaza de la Moto”, ubicada en terrenos de El Chamizal, cerca de la Equis de Sebastián, el pasado lunes, donde no pudo sobrevivir a un paro cardiaco.

“Ella se fue donde y como quería”, dijo ayer Jasivi, hija de Hilda, junto a otros familiares directos, a quienes unos cien motociclistas de distintos grupos acompañaron para darle el último adiós, de cuerpo presente, en la misma plaza donde días antes perdió la vida.

Todos sus amigos coincidieron en que “La Abue” fue una persona por demás altruista, que siempre se ocupaba de proveer a los más necesitados.

A pesar de que tenía cuatro hijos ya mayores, seis nietos y un bisnieto, la motociclista se dio tiempo para fundar el grupo biker Paso del Norte, además de presidir otro más denominado Bros Rodando, quienes dedican su tiempo a la filantropía.

Asilos, colonias y grupos rarámuri, además de comedores, hospitales, parroquias y personas con necesidad eran los preferidos de “La Abue” para ayudarlos, organizando actividades entre los motociclistas para solidarizarse siempre por alguna causa, atestiguaron ayer en su despedida.

Una misa y velación funeraria reunió ayer al menos a un centenar de amigos motorizados de la mujer, de quien, afirmaron, van a extrañar su sonrisa y su gran sentido del humor, que le valió la amistad de muchas personas.

Hilda fue por más de 26 años empleada municipal, hasta que se jubiló. Los agentes de Tránsito la recuerdan porque era la encargada de recibir las multas que elaboraban diariamente y fue precisamente esa mujer quien con una sonrisa permanente hacía pasadera la agitada tarde de los oficiales al final de turno, dijo uno de los elementos viales en activo.

Luego de que mariachis y flores rodearon su féretro ayer en la “Plaza de la Moto”, que ella misma gestionó para los clubes de motociclistas, “La Abue” regresó a la funeraria para su cremación, en medio de un duelo que se hizo manifiesto con rugidos de motocicleta, como la ahora ausente esperaba ser despedida, de acuerdo con su familia.

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