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Juárez

Curan los malos ratos con alegría

Los ‘Doctores de la Risa’ intervinieron el Centro Histórico y regalaron a transeúntes comida, aguas y narices rojas

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

lunes, 13 junio 2022 | 13:10

El Diario de Juárez | Parte del grupo de 25 personas que ayer realizaron su labor social El Diario de Juárez | Repartieron pan entre la gente

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Con su nariz roja y su bata blanca, los doctores de la risa celebraron ayer en la zona Centro de Ciudad Juárez el Día de la Nariz Roja, regalando alimentos y un momento de alegría a niños y adultos.

“A finales de mayo, principios de junio, celebramos el Día de la Nariz Roja, hacemos una intervención urbana para acercarnos con la gente y traerles alegría, para traer el poder de sonreír y alejarlos un poquito de sus problemas”, narró Fernando Guijarro, “Doctor Maromas”, presidente de la asociación civil Doctores de la Risa Nariz a la Orden.

La asociación fundada hace 17 años está integrada actualmente por 39 personas voluntarias, quienes se encargan de llevar alegría y provocar sonrisas en lugares en donde las personas están pasando por una situación difícil, como los asilos, hospitales y orfanatos.

Ayer, cerca de 25 doctores de la risa se pusieron su nariz roja y su bata blanca, intervenida con colores y figuras, para regalar a los juarenses cerca de mil 500 narices rojas, burritos, pan y aguas frescas, en el corredor peatonal de la avenida 16 de Septiembre.

“Hay una apertura inmediata, en cuanto la gente ve una nariz roja se abre, te da la confianza de poder sonreír”, narró “Doctor Maromas”, quien normalmente se dedica a la fabricación de botas.

Otros integrantes son contadores, amas de casa o empleados, quienes dedican parte de su tiempo a regalar sonrisas a los juarenses en momentos difíciles.

“Yo decidí formar parte de la asociación por el gusto y el amor del servicio al voluntariado, y porque yo estuve pasando por una situación vulnerable a los 15 años, lo cual me motivó a yo también querer compartir tiempo con gente en estado vulnerable”, compartió Janeth Gómez Marín, quien trabaja en el área administrativa, pero hace ocho años se convirtió en una doctora de la risa.

Ayer, se trató de una intervención urbana, “es gente que viene al trabajo, que viene de compras, que viene a divertirse, entonces no es tanto que esté en estado vulnerable, pero el convivir con una nariz roja es alegrarte un poquito tu día, regalarte una sonrisa. Y es devolverle a la gente un poquito la capacidad de asombro de cómo un extraño te puede sonreír y de la nada darte una nariz roja”, relató. 

Con su bata, llena de caritas sonrientes y colores llamativos, Gómez Marín busca devolverles la esperanza a las personas en los momentos que más la necesitan, y compartirles el poder de la sonrisa.

Entre los doctores de la risa se encuentran también menores, como el niño “Doctor Dulcecito”, quien ayer se puso su nariz roja, su bata blanca con botones, cuello, mangas y bolsas de colores, un moño en el cuello, un cubrebocas y una ranita de papel en la cabeza para compartir su alegría con los fronterizos, durante el primer evento urbano después del inicio de la pandemia. 

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