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Juárez

Empezaron a llegar desde ayer temprano

Cruzan 250 venezolanos a El Paso ‘en un ratito’

Debido a la excepción humanitaria de EU, hacen de esta frontera su ruta para buscar asilo; por la tarde continuaba el paso de migrantes

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

lunes, 12 septiembre 2022 | 10:04

Manuel Sáenz / El Diario de Juárez | Se les dio preferencia a las familias con niños; los demás tuvieron que esperar durante horas en el bordo estadounidense Manuel Sáenz / El Diario de Juárez | Fueron trasladados a las estaciones migratorias en camionetas de la Patrulla Fronteriza y del Sheriff

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Debido a la excepción humanitaria al Título 42 con la que cuentan en Estados Unidos, cientos de migrantes venezolanos han convertido a Ciudad Juárez en nueva su ruta para cruzar la frontera en busca del asilo.

Después de haber viajado cerca de 5 mil kilómetros hasta por dos meses, ayer unos 250 migrantes de origen venezolano fueron reunidos por los agentes de la Patrulla Fronteriza en el bordo estadounidense del río que divide a Ciudad Juárez de El Paso. 

Desde el sábado grandes grupos de sudamericanos cruzaron el río internacional, que en México es conocido como río Bravo y en Estados Unidos es llamado río Grande. Ayer continuaron cruzado la frontera por diferentes puntos de la ciudad, pero los agentes estadounidenses les indicaban que tenían que caminar hasta donde terminara el muro fronterizo. 

“El país (Venezuela) está muy duro, muy duro, el sueldo no da pa’ nada… venimos migrando en busca de un mejor futuro para ayudar a la familia”, dijo Jeico José, de 22 años de edad, después de 49 días de haber salido de su país en busca de llegar a Nueva York. 

El hombre, quien viajó con un grupo de sus paisanos, dijo que lo más difícil de su camino fue cruzar el Tapón del Darién, la selva que divide a Colombia y Panamá, un lugar por el que tuvo que caminar cerca de nueve días y en donde vio morir a familias. 

Samuel Pirela, de 25 años, también llegó ayer junto a sus dos hermanos de 26 y 28 años de edad, después de haber visto también cómo muchos migrantes murieron en medio de la selva del Darién. 

“Vi cómo se comían a personas los animales, culebras cómo mataban a personas; vi a un caimán que se comía a un migrante. Llevábamos agua y comida, pero cuando nos quedábamos sin agua y sin comida teníamos que buscar la manera de sobrevivir, es demasiado fuerte, no puedo explicar, es algo demasiado fuerte, la selva es algo loco, es lo más loco que he hecho en mi vida”, narró.

Dijo que ellos decidieron viajar hasta Ciudad Juárez porque “ésta es la frontera más fácil, las otras están muy difíciles, corre uno muchos peligros. Y después de tanto sacrificio estamos felices porque ya estamos aquí y vamos a tener una oportunidad nueva”. 

En el bordo estadounidense los venezolanos fueron formados para luego ser trasladados a las estaciones migratorias en camionetas de la Patrulla Fronteriza y del Sheriff, para luego ser procesados, pero debido a que se les dio preferencia a las familias con niños, los demás tuvieron que esperar durante horas en los límites de la frontera, por lo que algunos comenzaron a cruzar el río hacia México en busca de agua y alimentos. 

Samuel fue el primero al que el hambre y la sed lo obligaron a regresar a México por unos instantes en busca de comida, pese al temor de ser detenidos por los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM). 

Salvador Díaz Jiménez y su familia observaban a los migrantes desde el bordo mexicano, por lo que al saber que tenían días sin comer decidió ir a una tienda cercana a comprarles comida. 

“Tienen días que no comen, les compré mayonesa, jamón, galletas, sodas, salchichón, queso, todo lo que se pudiera, para ayudarlos, en alguna ocasión anduve yo así. Y es una alegría muy grande el poder ayudar a una persona para seguir su camino”, narró el juarense después de haber repetido el favor a al menos tres grupos más de venezolanos. 

Joel Guevara, de 38 años de edad, llegó con su hijo Luis Ángel, de 14, después de dos días sin comer, por lo que llegaron pidiendo agua. 

El hombre narró que siempre ha vivido solo con su hijo, pero su sueldo mensual como carpintero apenas es suficiente para comer cinco días, por lo que cuando su hermano le narró que migró a Estados Unidos a través de Ciudad Juárez y que el Gobierno de Joe Biden le permitió llevar su proceso dentro del vecino país, decidió emprender el viaje con su hijo. 

“Los que traen dinero pagan, pero nosotros no y tuvimos que caminar el 70 por ciento del camino”, narró Joel mientras veía desde el lado mexicano los edificios estadounidenses, emocionado después de haber viajado algunos tramos en tren. 

Los migrantes explicaron que el Gobierno mexicano les otorga un permiso para permanecer siete días en Chiapas, pero la mayoría consigue después otro para poder estar siete días más en México, tiempo que aprovechan para llegar hasta la frontera sin ser detenidos por las autoridades mexicanas. 

Rubén García, director de Casa Anunciación en El Paso, explicó ayer que al igual que los cubanos, nicaragüenses y turcos, los migrantes venezolanos tienen una excepción al Título 42, por lo que aumentó el flujo de dicha nacionalidad hacia Estados Unidos. 

“Los llevan a un centro donde los procesan, pueden pasar ahí dos, tres, cuatro días, van a tomar sus huellas, van a investigar, ver que no hay en su historia criminalidad, entonces los van a soltar con un permiso para poder viajar a donde tengan familiares o amigos que los puedan recibir. Pero ese documento que les dan no los está legalizando, están en proceso, van a recibir una cita con el juez de migración y van a iniciar un proceso”, explicó el activista estadounidense. 

El Título 42 es una política sanitaria instaurada por el expresidente Donald Trump desde marzo de 2020, la cual argumenta que los migrantes representa un “grave riesgo” para la propagación del Covid-19 entre la población estadounidense.

La ciudad de El Paso ha comenzado además a trasladar a grupos de migrantes venezolanos a Nueva York, una ventaja que también han aprovechado quienes cruzan la frontera. 

Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP), en julio fueron detenidos 24 mil 916 migrantes en el sector El Paso, de los cuales 610 eran de origen venezolano. 

De acuerdo con las estadísticas oficiales, el número de venezolanos que cruzan la frontera por el sector El Paso ha incrementado continuamente durante 2022, debido a que en enero fueron 44, en febrero 52, en marzo 63, en abril 59, en mayo 71, en junio 229 y durante julio 610. De ellos, sólo cinco fueron expulsados a través del Título 42, dos en junio y tres más durante julio.

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