Convierten tapias en ‘refugios de paso’

Al menos tres edificios o casas abandonadas se han convertido en refugios “de paso” para grupos o familias migrantes que acaban de llegar a la frontera, y luego buscan otro espacio para vivir mientras esperan su ingreso a Estados Unidos. 

“Sí hay gente asentada en espacios abandonados, pero son los menos, y hemos identificado que no necesariamente hay personas adentro”, ya que en algunos casos dejan sus cobijas o casas de campaña cuando se van, explicó la activista Rosa Mani Arias, quien durante un mes coordinó la entrega diaria de al menos 300 cenas en hasta siete espacios detectados durante marzo y abril. 

De acuerdo con la activista, durante abril en el edificio ubicado en la calle Vicente Guerrero sumaron hasta 150 personas de origen mexicano y extranjeros, mientras que en la actualidad se encuentran aproximadamente 20 migrantes. 

“En el edificio sí hay personas, pero no es tanto como antes. Aquí lo ideal sería que las personas se empiecen a trasladar a los albergues, porque ya se nos viene el calor extremo”, comentó. 

Dijo que también en las plazas públicas se ha detectado un menor número de personas en situación de movilidad, quienes algunas veces tienen que dormir en la calle cuando recién arriban a la ciudad y no conocen los espacios humanitarios. 

Al igual que quienes tienen que dormir en las plazas públicas, quienes llegan a tapias, “cuando tienen un poquito más de conocimiento se les va trasladando a los albergues”, los cuales permanecen en la ciudad a un 60 por ciento de su capacidad. 

De acuerdo con Cristina Coronado, coordinadora del Ministerio para Migrantes de la Sociedad Misionera de San Columbano y responsable del comedor de la Catedral Nuestra Señora de Guadalupe, los migrantes venezolanos que están siendo devueltos de Estados Unidos están regresando a los lugares de renta en donde vivían antes de cruzar la frontera de manera irregular, y parte de los que llegan desde el sur de México han pedido apoyo para ser trasladados a un refugio. 

César, un venezolano quien fue devuelto de Estados Unidos México a través de Ciudad Juárez, dijo estar viviendo en una casa abandonada debido a la falta de dinero, por lo que ayer acudió a la Catedral en busca de refugio.

Explicó que antes de cruzar la frontera trabajó tres meses en Ciudad Juárez en la construcción de una vivienda, en donde el propietario le permitía dormir, pero al terminar el trabajo decidió ingresar a Estados Unidos, de donde fue devuelto el pasado martes 16 de mayo sin firmar ningún documento que indique que fue procesado bajo el Título 8. 

Después de haber sido trasladado desde el cruce de Santa Teresa-Jerónimo hasta Zacatecas por el Instituto Nacional de Migración (INM), César regresó a Juárez el pasado sábado 20 de mayo a bordo del tren de carga, y al ya no tener en dónde dormir tuvo que hacerlo en una casa abandonada. 

Ayer, el venezolano esperaba ser trasladado a un refugio para permanecer en la ciudad mientras logra ingresar nuevamente a Estados Unidos, a través de la aplicación CBP One. 

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