Contenedores y púas afectan paisaje natural entre EP-Juárez

Ciudad Juárez.— Con la instalación de contenedores de carga y un cerco de púas sobre el bordo fronterizo para frenar la migración irregular de México a Estados Unidos, el gobierno del republicano Greg Abbott afecta tanto el paisaje natural entre El Paso y Ciudad Juárez, como el medio ambiente, señaló el biólogo Damián López Peña. 

“Hay una afectación directa sobre todo hacia la fauna, hay especies de anfibios en el río Bravo como algunos sapos y algunas ranas que se esconden en invierno en las zonas lodosas para poder resistir las temperaturas bajas, también hay algunas especies de tortugas del desierto; y también hay afectación hacia la flora, porque donde están cavando estos hoyos para poner los postes no respetan las plantas”, apuntó el también vocero de la agrupación Defensa del Río Bravo. 

Desde el 20 diciembre del año pasado, el gobernador texano ha ordenado la instalación de su propia barrera a lo largo de la frontera entre El Paso y Ciudad Juárez, con la colocación de militares, un cerco de alambre, contenedores de carga y rollos de alambre de púas en los límites del bordo del río internacional, llamado río Grande de lado estadounidense y río Bravo de lado mexicano.

Los trabajos, como parte de la llamada Operación Lone Star, abarcan al poniente desde la altura de la calle Bellavista, hasta la altura de la Arizona, al oriente, lo que dificulta que los migrantes que cruzan el río internacional puedan entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso. 

En el poniente, se encuentran diez contenedores de metal, los cuales fueron rodeados por rollos de alambre de púas, instalados en los límites del bordo a la altura de la calle Cloro y el bulevar Bernardo Norzagaray. Y desde ese punto hasta la altura de la calle Bellavista, en el marcador fronterizo número 4, ha sido colocado un muro de aproximadamente 2 metros de altura creado con púas, las cuales son sostenidas con tubos de metal. 

“Cualquier impacto en el margen de cualquier río genera una afectación directa sobre el ecosistema, además de que desde el tratado de 1906 los gobiernos de México y Estados Unidos se han empeñado en ver el río únicamente como si fuera una frontera territorial y no como una fuente de vida, entonces a los gobiernos les interesan más asuntos anti-inmigrantes y asuntos políticos que la problemática que tiene el río”, apuntó el biólogo. 

Según información de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en la frontera en la frontera mexicana entre Ciudad Juárez y El Paso comienza cada verano el recorrido anual de las aves migratorias, como son las monjitas, garzas, aguilillas y patos que recorren el cauce en buscan alimento. 

Los pastizales también se ven afectados con la colocación de los contenedores de metal, como los que se utilizan en los barcos, la colocación de los tubos metálicos y de los alambres, indicó López Peña. 

Tras la colocación de los contenedores de carga en Arizona, grupos ambientalistas como Alianza de las Islas del Cielo y el Sierra Club, entre otros, advirtieron que esos bloques resultan aún más dañinos que las vallas metálicas instaladas por la administración de Donald Trump en su tiempo, debido a que obstruyen totalmente el paso de la fauna salvaje. 

En el capítulo Posibles impactos de la construcción y operación del muro fronterizo sobre el ambiente físico, del libro Una barrera a nuestro ambiente compartido. El muro fronterizo entre México y Estados Unidos, El Colegio de la Frontera Norte (El Colef) señala que el uso de maquinaria pesada y trabajadores en la frontera natural provoca que el suelo se compacte, lo que ocasiona que el crecimiento de flora se dificulte. Y, la eliminación de cubierta vegetal, acelera el proceso de erosión.

Las especies

• Anfibios como sapos y ranas 

• Tortugas del desierto

• Aves migratorias, como las monjitas, garzas, aguilillas y patos