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Juárez

Historias de Navidad

Construye un hogar con amor de madre

Desde hace poco más de un año, Raquel logró levantar un pequeño cuarto para vivir con sus hijos, quienes ahora padecen el intenso frío

Sol Gallegos / El Diario de Juárez

viernes, 16 diciembre 2022 | 11:06

Gabriel Cardona / El Diario de Juárez | Raquel, sus hijos y las mascotas frente a la vivienda Gabriel Cardona / El Diario de Juárez | Entre las paredes de madera alcanza a entrar el viento, que en la noche es más frío, por lo que duermen juntos para brindarse calor

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Ciudad Juárez.— En un cuartito construido con paletas de madera, en una superficie de 5 por 6 metros, y en donde se cuela el frío viento de esta frontera, es donde vive Raquel Soledad Estrada Castro, quien comparte el espacio con sus hijos, Leticia Vianey, de 7 años de edad y José Fernando, de 11, quienes a pesar de las carencias que les rodean, disfrutan de la calidez de su hogar.

La familia tiene un año y dos meses habitando dicho cuarto de madera, el cual tiene únicamente dos habitaciones con camas deterioradas y una cocina pequeña, aunque le falta un baño, lo que ha complicado la vida de los pequeños y su madre, quienes tienen el deseo de encontrar un mejor hogar dónde vivir, sin embargo, este sueño se ha visto lejano ya que hace tres meses Raquel fue despedida del lugar donde laboraba, explicó.

“Soy mamá soltera, invadí aquí el terreno y poco a poco, poquito a poquito he ido haciendo mi jacalito, tenemos mucha necesidad, principalmente porque nos goteamos y entra mucho el frío por todos lados”, expresó la madre.

Compartió que hace un año y dos meses tomó la decisión de construir su cuarto de madera, ya que su sueldo no le alcanzaba para costear los gastos de escuela, renta y comida de cada semana, fue entonces que uno de sus amigos le ayudó a reunir madera y clavos para armar lo que sería su hogar.

“Me ayudó un amigo a construir el cuarto, él fue el que me empezó a ayudar a traer toda la madera que nos encontrábamos arriba del cerro para empezar a armarlo. Fue muy complicado porque la verdad empezamos a hacerlo con pura pedacería y con los clavitos que nos íbamos hallando en el camino”, explicó.

El hogar de Raquel y sus hijos se ubica en la calle Apozol y Pavo Real, cerca del Camino Real. Su deseo principal es tener un mejor hogar donde puedan vivir tranquilos, sin goteras o el frío que ya se siente en la frontera.

“La verdad no festejamos la Navidad porque no hay recursos y nos la pasamos aquí, ya tiene mucho tiempo que no celebramos; no recuerdo ni cuándo fue la última. Yo lo que quisiera es que mis hijos no pasen frío y menos al momento de ir al baño porque no tenemos”, dijo la entrevistada de 32 años de edad.

Asechados por el invierno

Entre las paredes de madera del hogar alcanza a entrar el frío viento que sopla fuertemente y que durante la noche es aún más congelante, por lo que para mitigar las bajas temperaturas los miembros de la familia duermen juntos para brindarse calor.

Mientras que por las mañanas el calentón de leña ayuda a templar el cuartito de madera que Raquel ha construido para sus hijos con mucho sacrificio.

Raquel compartió que tiene tres meses sin empleo, y antes de ir a la escuela su hijo José Fernando le ayuda a su vecina en su negocio de buñuelos en donde obtiene poco dinero que le entrega a su madre para los gastos del hogar.

Señaló que su hijo le ha sugerido abandonar la escuela para apoyarla económicamente, pero ella siempre le ha dicho que los estudios es lo mejor que podrá obtener en la vida.

“A mí me gustaría tener una comida para mi mamá y para mi hermano, y me gustaría tener una mejor casita”, expresó la menor Leticia Vianey.

“Yo quisiera que ya no tuviéramos goteras y tener un baño, y más grande la casa porque estamos todos amontonados”, añadió José Fernando que cursa el sexto año de primaria.

Problemas de salud

Pero esto no es todo, otra de las necesidades de la madre de familia es en su salud, ya que desde hace cinco años padece diabetes, y aunque en el centro de salud le brindan el tratamiento e insulina que necesita, tiene dos meses sin poder surtir su receta, ya que el medicamento se escaseó, indicó. Además, se le ha complicado encontrar un empleo, ya que a causa de la diabetes las empresas difícilmente la contratan, explicó.

Si usted desea apoyar a la familia puede hacerlo con una despensa, ropa para los menores (talla 18 para José Fernando y 10 para Leticia Vianey), así como zapatos del número 28 para el niño y 24 para la niña.

Para más información puede comunicarse al teléfono (656) 860-1186 con Raquel Soledad. 

Necesitan:

• Despensa

• Ropa para los menores 

Talla 18 para José Fernando y 10 para Leticia Vianey

Zapatos, número 28 para niño y 24 para la niña

Para ayudar a la familia puede comunicarse al teléfono (656) 860-1186

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