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Juárez

Con abrazos, 'derriban' el muro fronterizo

Tras meses o hasta años sin verse, esta mañana cerca de 300 familias se reencontraron

Alejandra Gómez
El Diario de Juárez

sábado, 15 octubre 2022 | 10:32

Fernando Méndez / El Diario de Juárez Fernando Méndez / El Diario de Juárez Fernando Méndez / El Diario de Juárez Fernando Méndez / El Diario de Juárez

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Ciudad Juárez- En medio de las políticas migratorias que día tras día separan a miles de familias, esta mañana la frontera entre México y Estados Unidos fue abierta para que cerca de 300 familias que tienen meses o años sin verse puedan unirse sobre las aguas del Río Bravo en el marco de la iniciativa  "Abrazos, no muros" o "Hugs Not Walls".

"¡Abuela! ¡abuela!", gritó el pequeño Elían de 4 años mientras agitaba sus brazos por el aire para lograr ser visto por su abuela Olga, a quien únicamente conoce desde una pantalla de teléfono porque ella tiene más de 20 años viviendo en Estados Unidos y por falta de documentos no ha podido ver a sus hijos y conocer a sus nietos.

Hace 18 años fue deportado Alejandro, de 38 años, papá de Elián, por lo que inició una nueva vida de Ciudad Juárez, lejos de su mamá, y aquí formó una familia, pero este día tendrá la oportunidad de reencontrarse con ella y presentarle a su hijo cuando llegue el turno de que la familia número 281 se abrace.

Desde temprana hora cientos de personas comenzaron a enviarse saludos y señales de abrazos desde cada extremo de la frontera, a las orillas del Río Bravo, donde del lado norte las familias se distinguen por el uso de camisas en color amarillo y del lado sur las prendas son en color azul.

"¡¿Familias, listas?!", gritó Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, quien en conjunto con la Alianza Reforma Migratoria para Texas y el Centro de Trabajadores Agrícolas Fronterizos organizó la novena edición de "Abrazos, no muros", cuando fue el turno de que las primeras familias se reunieran justo a la mitad del Río Bravo, sobre una tarima de madera.

Entre el llanto, por un lapso de tres minutos se abrazaron las primeras familias en la frontera de México y Estados Unidos, como parte de un evento que no sólo pretende regresar la esperanza a las miles de personas separadas por políticas migratorias, sino también protestar contra la violencia y la criminalización hacia las personas migrantes.

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