‘Causa el muro daño ambiental’

Mientras el gobernador de Texas, Greg Abbott, suma más de 55 millones de dólares en donaciones para la construcción del muro fronterizo entre Texas y México, distintas especies de fauna silvestre se ‘topan’ con una barrera de cemento y acero que les impide el libre tránsito entre los dos países.

A través de la revista UNAM Global, el investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Gerardo Ceballos, alertó que el muro fronterizo entre Estados Unidos y México tiene consecuencias planetarias, ya que parte a América en dos. 

En los más de tres mil kilómetros de extensión de la frontera existen ambientes semitropicales, templados secos y templados húmedos, en los que habitan más de 10 mil especies de plantas y de animales vertebrados e invertebrados, como escarabajos, mariposas, arañas, coyotes, berrendos, bisontes, osos negros, linces, borregos cimarrón, lobos, pumas y jaguares. Y el muro se ha convertido en una barrera prácticamente impenetrable para la mayoría de animales vertebrados terrestres y algunas aves, destacó. 

En el caso de Ciudad Juárez, El Diario ha observado en los límites de la frontera animales como correcaminos, liebres, lechuzas o tecolotes llaneros, además de distintas aves. 

De acuerdo con el investigador, al construir el muro de entre 10 y 15 metros de altura desmontaron de cada lado de la frontera alrededor de 50 metros en un área remota y bien conservada. Sus franjas se convirtieron en una zona de paso de automóviles, camiones, migrantes y de autoridades como la Patrulla Fronteriza y la Guardia Nacional de Texas, lo que ahuyenta y atropella a la fauna.

“Aunque el daño ya está hecho”, asegura el ecólogo de la UNAM, “podemos restaurar condiciones ambientales, sobre todo en las regiones más importantes. Una de ellas, Janos, es una reserva enormemente importante de pastizales, selva y bosques de la Sierra Madre Occidental. Ubicada en Chihuahua, tiene una extensión de medio millón de hectáreas”, señala UNAM Global en su artículo “Muro fronterizo México-USA: grave impacto ambiental”. 

La construcción del muro, de acuerdo con los investigadores de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), Juan Manuel Rodríguez Esteves y José Luis Castro Ruiz, provoca cambios en el paisaje físico y natural, dado que se incorporan elementos que no forman parte de los naturales de la región.

Y para la construcción es necesario la introducción de maquinaria pesada y trabajadores, lo que provoca que el suelo se compacte y se dificulte el crecimiento de flora.

Otra causa directa en el proceso de construcción es la generación de desechos sólidos y líquidos asociados a la actividad humana, que es externa al ambiente natural y alteraría el ciclo del entorno. 

Además de la emisión de contaminantes atmosféricos; la maquinaria utilizada genera un importante número de gases y partículas contaminantes que se depositan en el aire como partículas suspendidas para después internarse en la atmósfera. Terminada la construcción, diversos materiales utilizados y sustancias quedarán en el ambiente como basura. 

Algunas de las especies de animales en peligro o bajo amenaza por la construcción del muro fronterizo son el borrego cimarrón, puma, oso negro, lince, águila real, bisonte, venado, hurón, perro de las praderas, castores, así como una gran variedad de reptiles y peces. Esto aunado a la propagación de partículas contaminantes al aire, que de acuerdo con la doctora María Eugenia González Ávila, de El Colef, repercute directamente en la movilidad y traslado de insectos como los polinizadores, y mariposas. 

Ceballos propone que ambos países hagan un esfuerzo por hermanar las acciones de conservación en las áreas protegidas en ambos lados de la frontera para mantener la diversidad biológica, sobre todo en los ecosistemas naturales, y para aumentar el tamaño de las poblaciones en peligro de extinción, como el lobo mexicano, los perritos de la pradera, el bisonte y el berrendo.

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