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Busca ‘El Papacho’ recuperar el Valle

Tráfico de personas, drogas y armas desata pugna entre grupos delictivos

Staff
El Diario de Juárez

sábado, 31 agosto 2019 | 11:48

El Diario de Juárez | ‘El Papacho’ durante una de las audiencias de su juicio

El tráfico de personas, armas, droga y dinero por las comunidades del Valle, que abarca los municipios fronterizos de Guadalupe y Praxedis G. Guerrero, desató una nueva pugna entre los grupos delictivos que predominan en la zona y que cobró recientemente la vida de tres menores de edad, revela personal de la Fiscalía General del Estado (FGE).

La relevancia de la zona del Valle, limítrofe entre México y Estados Unidos, va mucho más allá del tráfico de indocumentados.

Por las carencias de vallas o muro fronterizo y la ausencia de policías, es la puerta de entrada y salida para tráfico de armas, drogas, y dinero, además de ser el lugar propicio para instalar casas de seguridad, explica el fiscal general, César Augusto Peniche Espejel.

Y es Mauricio Luna Aguilar, alias “El Papacho”, quien busca recuperar el control de esta zona fronteriza en alianza con Jesús Eduardo Soto Rodríguez, alias “El Lalo”, líder de la pandilla “Los Mexicles”. Ambos están sentenciados por secuestro y homicidio y permanecen en el Cereso Estatal 3, según la FGE.

Los dos formaron parte del grupo Sinaloa que dirige la familia Salas Valenciano, originaria de Durango, y ahora pretenden irrumpir nuevamente en el Valle.

Fuentes consultadas refieren que el punto más crítico de esta disputa ocurrió el pasado fin de semana tras el asesinato de uno de los líderes del grupo Sinaloa, identificado como Juan Manuel Pérez Lazarín, apodado “El Dengue”, de 38 años.

Esta persona fue privada de la vida el sábado pasado en el ejido El Sauzal, presuntamente por los integrantes de la pandilla que se autodenomina “Fuerzas Especiales Mexicles”.

En venganza, un grupo liderado presuntamente por gente de Édgar Pérez Lazarín, de 30 años, alias “El Chiris” y hermano de Juan Manuel, acudieron a un rancho ubicado a la altura del fraccionamiento Riberas del Bravo en busca del propietario y a quien atribuyen el crimen de “El Dengue”.

Según las fuentes consultadas, el dueño de la propiedad –vinculado con los Mexicles– se había retirado minutos antes del arribo del comando armado, sin embargo, en el sitio permanecían dentro de los vehículos las niñas que fueron masacradas.

Los investigadores detallan que la desarticulación momentánea del grupo Sinaloa fue fraguada previamente desde el Cereso Estatal 3.

Antes de aniquilar a Juan Manuel, los Mexicles debían dejar fuera a su hermano “El Chiris”, señalado como autor de varios homicidios y detenido en el 2016 por agentes estatales, entonces dirigidos por el comandante Pablo Ernesto Rocha.

En ese entonces, “Chiris” y otras ocho personas fueron señaladas como integrante de la célula delictiva que traicionó al líder del grupo Sinaloa, Pedro Damián Juárez González. Sin embargo, meses luego salió libre.

Desde el Cereso, “El Papacho” aportó la información a las autoridades estatales para ubicar a Edgar en el Valle, mencionan los investigadores.

A Edgar Pérez Lazarín lo arrestaron el pasado 12 de agosto por circular supuestamente a exceso de velocidad a bordo de un vehículo Ford Focus modelo 2011, cuando transitaba por la carretera Juárez-Porvenir y calle Chicho Quiroz, en el ejido Juárez y Reforma, municipio de Guadalupe.

Supuestamente poseía cuatro paquetes de mariguana envueltos con cinta color canela y lo pusieron a disposición de la FGE, por contar con una orden de aprehensión vigente en su contra por el delito de homicidio, según la causa penal 1096/2017.

Mediante un comunicado de prensa, las autoridades que conforman la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz informaron que “Chiris” “ofreció 9 mil pesos y 220 dólares, equivalentes a unos 4 mil 200 pesos, para evitar su arresto. Por tal motivo también fue consignado”.

El 15 de agosto la Fiscalía General del Estado (FGE) dio a conocer que cumplimentaron la orden de aprehensión contra Edgar Pérez Lazarín como presunto responsable del delito de secuestro agravado, en hechos ocurridos el 2 de enero del 2014 en el ejido Loma Blanca, de este municipio.

Las víctimas fueron identificadas como Amilcar Catarino Ramírez Jacobo y su esposa Amalia López Caal, ambos de nacionalidad guatemalteca, así como a Esteban Ñañez Yáñez y su esposa Bertha Alicia Moreno, a quien, según declaró “El Papacho”, “Chiris” decapitó para enviarle un mensaje a los “Aztecas” y “Linieros”.  

Sus cadáveres fueron exhumados de la vivienda número 1395 de la calle Zaragoza en Guadalupe.

Con “Chiris” detenido, eliminar a su hermano fue relativamente fácil, citan las fuentes consultadas. Supuestamente, una vez dentro del penal, “El Papacho” y Óscar Eduardo Vargas Romo, apodado “El Negro”, asesinarían al “Chiris”.

Éste sabía de las amenazas de muerte en su contra, ya que en la audiencia del 15 de agosto, durante la formulación de imputación, Edgar advirtió al juez que lo querían matar, por lo que pidió al juez su traslado al penal de Aquiles Serdán, a lo que el Ministerio Público no se opuso.

El sábado pasado fue ejecutado Juan Manuel Pérez Lazarín y los aliados de “Chiris”, identificados con los apodos de “El Pecas”, “El Richi”, “El Durango” y “El Chato”, todos radicados en poblados como El Mimbre y Porfirio Parra, quienes fraguaron la venganza y formaron parte del grupo armado que irrumpió en la propiedad de Riberas del Bravo, según las investigaciones. (Staff / El Diario)

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