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Juárez

Brinda la sierra agua al sediento

Mitos y anécdotas rodean ‘El Pocito’, al que los vecinos le atribuyen propiedades minerales y hasta curativas

Verónica Domínguez
El Diario de Juárez

lunes, 10 abril 2023 | 06:00

Fernando Méndez / El Diario de Juárez | El manantial, que data de al menos cien años según residentes de la zona, abastece a varias colonias

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Ciudad Juárez.- Un chorro de agua que baja de una montaña de aproximadamente 30 metros abastece a los habitantes de la colonia Gustavo Díaz Ordaz. Para algunos visitantes “El Pocito” es un manantial, y para otros es un edén que les quita la sed cuando se interrumpe el servicio de agua potable en los vecindarios aledaños.

“El Pocito” está ubicado en la Sierra de Juárez rodeado de grandes piedras y arboledas, a donde acuden personas para llenar sus garrafones de agua, toman directamente de la tubería, o de la corriente, pues dicen que es mejor que la que sale de las tuberías. 

“Es un edén, para nosotros no hay escasez de agua, cientos de gentes de por aquí tomamos esa agua, no tomamos la purificada”, dijo Ubaldo Gámez, residente de esa colonia desde hace 25 años.

Ubaldo refiere que su padre de 90 años creció en las inmediaciones de la colonia Gustavo Díaz Ordaz, y le contó que del cerro emanaba agua, y aunque no es preciso saber cuánto tiempo tiene ese lugar, calculó que son alrededor de cien años.

Para adquirir el líquido sólo basta acercar el contenedor a un tubo por donde es disparado el chorro, unos metros más adelante otro tubo negro fue colocado, y en la falda de la montaña hay cuatro cavidades de las que también brota el agua.

“Cuando hay escasez de agua en la colonia, aquí son las 2:00 de la madrugada y hay gente haciendo fila para agarrar agua de ahí, yo diría que es la mejor agua del mundo, llevo alrededor de 25 años tomando agua de ahí”, dijo Gámez. 

“Naturaleza llega de toda, llegan pajaritos de todos, liebres y coyotes a beber agua, para nosotros sí es un edén porque ahí tenemos agua fresca todos los días”, refirió el entrevistado.

Adán Salcido Silva se dio cuenta de que había un lugar a donde la gente acudía por agua para beber y hacer las tareas domésticas del hogar, así que acudió a la calle Coatepec para buscar la vereda, cercana al Camino Real, por donde se llega al manantial, en donde comprobó que el sabor del líquido es distinto al de la potable y que también tiene una temperatura refrescante. 

“No hay otra agua mejor que ésta, tiene todos los minerales que necesita tener el cuerpo”, dijo Salcido Silva, residente de la colonia Colinas de Juárez, quien tiene más de 20 años bajando por el sendero que lo lleva hasta el depósito de agua.

Salcido Silva trata de acudir de manera semanal para llenar de dos a tres garrafones de agua que deja para el consumo diario, pues dice que en los años que lleva bebiéndola no ha presentado ningún malestar estomacal. 

Antonio Villa Galindo, quien vive en la colonia Granjas de Chapultepec, tiene tres años abasteciéndose de garrafones de agua que usa sólo para su consumo. 

“Yo sé que esta agua puede ser mejor que la purificada o de la llave porque es natural y viene filtrada por la tierra, trae todos los minerales, y el agua de la llave sabemos que trae cloro, y ésta viene purificada de manera natural”, expuso Villa Galindo.

Mitos y anécdotas se platican de “El Pocito”, un lugar al que los entrevistados le atribuyen propiedades minerales y hasta curativas.

Algunos de ellos mencionaron que se ha visto a la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) tomando muestras, sin embargo, no hubo una postura oficial por parte de la dependencia hasta el cierre de esta edición.

vdominguez@redaccion.diario.com.mx

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