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Juárez

Ascienden a 10 mil los migrantes en Juárez

Ante espacios saturados, duermen en la calle, cuartos de renta o iglesias

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

miércoles, 15 marzo 2023 | 09:26

El Diario de Juárez | Indocumentados descansan en la zona Centro Gabriel Cardona / El Diario de Juárez | Personas en movilidad lavan su ropa en el Gimnasio ‘Kiki’ Romero Gabriel Cardona / El Diario de Juárez | Con sus mochilas a la espalda, un grupo de inmigrantes se observa en la zona Centro Cortesía / José Luis González | Una mujer originaria de Venezuela en compañía de su hija, es jalada por un elemento de INM durante el operativo realizado la noche del lunes

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Ciudad Juárez.— Según estimaciones del Consejo Estatal de Población (Coespo), actualmente se encuentran varadas en Ciudad Juárez entre 6 mil y 10 mil personas migrantes, tanto mexicanas como extranjeras, con la esperanza de poder ingresar a Estados Unidos, la mayoría de ellas fuera de los albergues debido a que los espacios ya están saturados o tienen brotes de varicela.

“Ya estiramos al máximo la capacidad que tenemos en estos espacios”, informó su coordinador, Enrique Valenzuela, luego de que la noche del lunes arribaron a la ciudad a bordo del tren de carga aproximadamente 700 personas, principalmente de origen venezolano.

Luis Dirvin García, coordinador del Centro de Atención Integral para Migrantes (CAIM) de Coespo, explicó que en Juárez existen 26 albergues establecidos oficialmente, los cuales están alojando a más de 2 mil 200 personas, por lo que la capacidad de albergue en la ciudad está al 95 por ciento; sin embargo, los espacios disponibles no pueden ser ocupados porque se encuentran personas con virus.

“Muchos de ellos se encuentran ahorita enfrentando un desafío epidemiológico, porque hay brotes de varicela en cinco de estos espacios, que son espacios de mediana capacidad, lo que ha limitado los ingresos para las personas porque se encuentran ahorita en cuarentena”, informó sobre cinco espacios de la Red de Albergues de Ciudad Juárez, además del Centro Integrador para el Migrante (CIM) Leona Vicario, el cual debido a sus capacidades sí puede aislar a los enfermos y continuar recibiendo migrantes.

Las hasta 8 mil personas restantes que están fuera de albergues duermen en las calles, hoteles, cuartos de renta o en iglesias que les cobran por pasar la noche, informó García.

Valenzuela explicó que no existe una cifra exacta de las personas en situación de movilidad en la ciudad, pero la estimación histórica es que en los albergues se encuentra entre una tercera y una quinta parte del total.

Coespo y Grupo Beta son las autoridades encargadas de canalizarlos a los albergues, de acuerdo con las capacidades diarias, pero se les da prioridad a las personas que viajan con niñas, niños y adolescentes, indicó.

 

Llegan a bordo del tren

 De acuerdo con los propios migrantes, la noche del lunes llegaron a Ciudad Juárez en el tren alrededor de 700 personas, principalmente venezolanas, pero también provenientes de otros países como Nicaragua y Colombia, quienes se dispersaron en la ciudad debido a la presencia de patrullas de la Policía Municipal en el kilómetro 20 y la zona Centro.

Tras la gestión de Coespo, el albergue del gimnasio municipal ‘Kiki’ Romero recibió durante la madrugada de ayer a 94 venezolanos que permanecían en la zona Centro en busca de refugio humanitario y fueron trasladados en unidades de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), bajo la vigilancia de personal del DIF estatal.

Dyrlan, un sudamericano de 30 años, narró ayer que al entrar a la ciudad muchos descendieron del tren a la altura de la glorieta del kilómetro 20, en donde se dispersaron debido a la presencia de patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).

Cientos de ellos llegaron hasta la zona Centro a bordo de camiones de transporte de personal, en donde los primeros lograron ingresar a una iglesia cristiana que les cobra 50 pesos por noche, pero cuando el lugar se llenó les cerraron las puertas.

Sin tener en dónde dormir, unos 300 más comenzaron a juntarse en las avenidas 16 de Septiembre y Francisco Villa en busca de albergue, hasta que policías municipales llegaron con agentes antimotines para decirles que les darían información y cerraron las calles aledañas; sin embargo, agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) arribaron a bordo de camionetas y comenzaron a perseguirlos frente a los medios de comunicación.

Luego de forcejear con una mujer y su hijo, los agentes federales confesaron que no contaban con un oficio de comisión para realizar el operativo, por lo que comenzaron a pedirles a los extranjeros que acudieran a buscar trabajo para que consiguieran una carta compromiso por parte de una empresa y así lograran un permiso temporal para permanecer en la ciudad.

Un agente les explicó que el permiso para permanecer temporalmente en Chiapas o Oaxaca sólo es válido en dichas entidades y que si ya estaban en Ciudad Juárez buscaran empleo para que no fueran perseguidos por las autoridades, debido a que su proceso de CBP One para ingresar a Estados Unidos podía tardar meses.

Al ver al personal del INM algunas familias corrieron entre las calles del Centro de la ciudad, pero 110 personas se agruparon para seguir solicitando albergue sobre la calle Francisco Villa, a donde llegó el coordinador de Coespo, personal de la SSPE y del DIF estatal, quienes después de gestionar espacios los trasladaron en las unidades oficiales.

De acuerdo con Santiago González, coordinador del ‘Kiki’ Romero, el albergue municipal recibió a 94 personas, todas de Venezuela, 55 de ellas en núcleos familiares.

El funcionario informó que hasta ayer en la mañana el espacio ya contaba con 260 personas, pese que su capacidad es para 200, por lo que dijo que trasladaría al CIM Leona Vicario a quienes ya tienen más tiempo en el albergue, con el fin de que quienes llegaron durante la noche pudieran permanecer con el apoyo humanitario.

Venezolanos alojados en el ‘Kiki’ Romero aseguraron ayer que se quedarían en el albergue y pidieron apoyo de las autoridades u organizaciones para recibir mayor información sobre el trámite que deben hacer para buscar trabajo en Ciudad Juárez mientras logran ingresar a Estados Unidos.

Cristina Coronado, miembro de la Pastoral de Movilidad Humana de la Diócesis de Juárez, informó que durante la noche del lunes pidió el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para trasladar a 28 personas en núcleos familiares al CIM Leona Vicario, tres adultos solos a la Casa del Migrante y dos mujeres embarazadas con sus parejas a cuartos de hotel.

Dijo que ayer en la tarde fueron trasladadas ocho familias más en una camioneta de la OIM y en dos vehículos Uber al albergue federal, en donde de acuerdo con su personal también recibieron a familias del ‘Kiki’ Romero y de Grupo Beta.

“Muchos nos quedamos a dormir en la calle, algunos caminamos porque las policías seguían los camiones que venían al Centro, otros buscaron hoteles; yo busco ropa y refugio, pero me dicen que no hay”, narró ayer el venezolano Dyrlan, quien llegó al CAIM en busca de apoyo humanitario.

 

En busca de mejores oportunidades

 El coordinador de Coespo pidió ayer a los juarenses ser empáticos con las familias que necesitan apoyo, asistencia humanitaria y protección.

“Quienes estamos involucrados en todo el tema de atención y protección de personas en situación de movilidad conocemos historias verdaderamente dramáticas y a veces hasta trágicas, por las cuales han venido a dar hasta aquí. Son personas que lo único que están buscando son mejores oportunidades para ofrecerles una vida mejor a sus familias”, explicó.

Dijo que si la situación de violencia en la ciudad es complicada para los locales, para los migrantes se vuelve aún de mayor riesgo.

“Tenemos muchas personas, miles de personas inclusive temerosas de permanecer aquí, hay varios que ya se han incorporado al mercado laboral, pero tenemos el caso de muchas personas que viven con miedo porque a lo largo de su trayecto han padecido no nada más amenazas, sino agravios por parte de autoridades en otros lados del país, inclusive hay quienes se duelen de haber padecido alguna situación aquí en Juárez”, comentó Valenzuela.

Indicó que quienes llegan con la idea de cruzar la frontera “no conocen la ciudad y muchos viven con temor, porque inclusive hay a quienes les han hecho saber que no pueden permanecer en la calle (vendiendo dulces); porque los albergues tienen espacios limitados y ellos se están quedando en hoteles, pero también ahí están expuestos a la actuación de la autoridad que realiza operativos de control y verificación migratoria, y porque el panorama pinta mucho más complicado para ellos”.

La gran mayoría de quienes se encuentran varados en esta frontera vienen de situaciones precarias o de comunidades en donde no tienen opciones de desarrollo y “cuando no pueden cambiar su realidad en el lugar en el que se encuentran, entonces cambian de lugar, de lugar a dónde llevar sus capacidades, a dónde llevar a su familia y a dónde ir a esforzarse por salir adelante”, señaló el funcionario estatal.

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