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Juárez

Analizan contaminación del Bravo

Ambientalistas enseñan a adolescentes de Anapra la importancia de cuidar el medio ambiente

Hérika Martínez
El Diario de Juárez

sábado, 30 abril 2022 | 16:27

Cortesía

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Ciudad Juárez.- A través del taller “Nocheztli en el Bravo”, representantes del Frente de Defensa del Río Bravo y el Museo Casa de Adobe acercaron ayer a adolescentes de Anapra a la educación ambiental y la historia de Ciudad Juárez.

Más de una veintena de estudiantes del centro de Educación a Menores con Maduración Asistida (EMMA), quienes estudian actualmente la primaria y secundaria abiertas, experimentó con el agua del río internacional y descubrieron, a través de pigmentos naturales, la contaminación que tiene el cauce internacional.

Janette Terrazas Islas, activista y maestra en Textiles, y la geóloga Astrid Lozano compartieron con los adolescentes de entre 13 y 17 años la importancia de cuidar el planeta. Recolectaron agua del río, que en Estados Unidos es llamado río Grande, y experimentaron para medir el ph del agua al combinarla con grana cochinilla, también conocida como “nocheztli”, un pigmento proveniente del nopal, y con col morada.

El fin era acercar a los adolescentes al río, “que reconozcan el ecosistema, empezar a identificar fuentes de descargas de aguas negras, y crear conciencia de la calidad del agua a través de estos talleres de arte y ciencia”, explicó Terrazas Islas.

Los participantes aprendieron sobre la acidez y alcalinidad, además de que descubrieron cómo nacen nuevos colores con distintas sustancias como el limón, el alumbre, la cochinilla o la col morada, que también son utilizados para teñir textiles.

“La grana nos sirve como medio para medir el ph, y le vamos a ir adicionando, por ejemplo, el alumbre, que es un mineral y nos lleva hacia lo alcalino del agua, y el limón que nos lleva hacia lo ácido. El alcalino te lleva la pigmentación hacia los tonos morados y el limón hacia los tonos naranjas”, explicó.

Dentro de las actividades del Frente de Defensa del Río Bravo, “nos dimos cuenta que el agua del río Bravo estaba muy alcalina y creemos que posiblemente se debe a los detergentes y otras sustancias que contaminan nuestros acuíferos”, destacó la activista ambiental.

“Este grupo de jóvenes son del sector de Anapra, una comunidad que ha sido marginalizada a lo largo de los años y la cual ha resentido el impacto de la contaminación en el río desde la época de Asarco, una fundidora gringa que contaminó por más de un siglo esta zona”, destacaron.

Como parte de su recorrido, los estudiantes de EMMA también conocieron el museo Casa del Adobe, donde el historiador Daniel García les mostró una imagen del río internacional en la época de la Revolución, y les narró la importancia de esta frontera en dicha época, así como del propio edificio.

Finalmente, los adolescentes recorrieron parte de la frontera, los cerros y aprendieron sobre la importancia de cuidar los recursos naturales y conocer sobre la historia de su ciudad.

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