Diario
Juárez
jueves, 24 enero 2019 | 06:00
El director del Hospital Infantil de Especialidades (HIE), Guillermo Arturo Pérez Gutiérrez, descartó que la agresión física que sufrió un niño por parte de un compañero, ambos de 7 años, le provocara el cuadro de apendicitis que sufrió el menor intervenido quirúrgicamente de urgencia en esa institución.
El médico precisó que hubo una coincidencia entre la agresión y la sintomatología por la apendicitis, sin embargo un traumatismo no originó el padecimiento, detalló.
El supuesto caso de bullying escolar ocurrió el pasado 18 de diciembre durante la posada escolar realizada para los alumnos del segundo grado “A” de la Escuela Primaria Estatal Cuauhtémoc, ubicada en la calle Cutzamala, de la colonia Morelos I.
Judith Soto Moreno, subsecretaria de Educación y Deporte en la Zona Norte, dijo que durante la celebración realizada el mes pasado, ambos niños subieron a un “brinca-brinca” donde ocurrió el percance.
Fue hasta el siguiente día que la familia del menor afectado dijo que comenzó a sufrir dolor abdominal, por lo que sus padres lo trasladaron el HIE donde le detectaron el cuadro de apendicitis.
Entrevistado ayer por la mañana, el director del HIE dijo que el menor cuya identidad se reserva por seguridad fue intervenido quirúrgicamente, pero precisó que la apendicitis no se derivó de una contusión.
Agregó que el seguro escolar no cubre los casos que llegan por accidente en la escuela, como fue el caso del menor intervenido quirúrgicamente.
“Cuando hay golpes entre niños y observamos traumatismos o contusiones enviamos el reporte a las autoridades conducentes”, explicó Pérez Gutiérrez.
Agregó que el seguro escolar no cubre las agresiones entre niños, por lo que se tiene que avisar a la autoridad escolar cuando existe la sospecha de algún traumatismo entre menores de edad.
Pérez Gutiérrez refirió que este hospital tiene una incidencia de tres a cuatro casos de agresiones entre menores de edad, lo que es relativamente bajo.
Detectan trastorno de déficit de atención en alumno agresor
De acuerdo a los datos aportados por la subsecretaria de Educación, el menor y probable agresor fue diagnosticado con Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), por lo que fue canalizado con un neurólogo pediatra.
El TDAH produce dificultad para mantener la atención, el control a nivel de la actividad y de los impulsos; síntomas que afectan el desarrollo y la calidad de vida de las personas que lo padecen, particularmente si no es detectado y tratado.
El problema principal radica en las áreas del cerebro que inhiben las respuestas. Esto conduce a la hiperactividad, la inatención y la impulsividad características del trastorno, según cita en su página oficial Proyecto DAH, creado por la Fundación Cultural Federico Hoth, A.C.
Esta fundación, a través de la página www.cerebrofeliz.org ofrecen apoyo a padres, sicólogos, docentes y médicos en contacto con niñas, niños y adolescentes con un diagnóstico de TDAH.
Previo al incidente en la posada escolar, los padres del menor y presunto agresor, aceptaron que no notificaron el diagnóstico de su hijo a la docente a cargo del grupo al que asistían ambos menores implicados.
La psicóloga clínica Verónica Castillo, destacó la importancia de los maestros en asesorarse sobre este trastorno para no hacer más daño.
La psicóloga clínica explicó que los menores primero deben ser diagnosticados por especialistas para una primera evaluación y si se sospecha que hay alguna falla a nivel corteza cerebral y neurotransmisora hay que canalizar al paciente con el neurólogo pediatra.
Precisó que es importante no estigmatizar socialmente a los pequeños que sufren TDAH, ya que no son agresivos y lo más importantes es que son sujetos de derechos, igual que cualquier otro infante.
lsosa@redaccion.diario.com.mx