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Internacional

Ve China dos 'platos de veneno' en Biden y Trump

Ningún candidato es particularmente atractivo para Pekín, se pregunta quién es el menos malo

Associated Press

martes, 30 enero 2024 | 21:54

Associated Press | El presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump

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Pekín.- A medida que la campaña presidencial de Estados Unidos se acerca a la revancha entre Donald Trump y Joe Biden, China está observando nerviosamente.

Primero, existe preocupación acerca de la campaña en sí, en la que los candidatos es probable que hablen agresivamente contra China.

Eso podría poner en peligro las frágiles mejoras en la relación de Estados Unidos y China que ha tenido en los últimos meses.

Luego, está el resultado de la votación de noviembre. Ningún candidato es particularmente atractivo para Pekín.

Aunque Biden ha buscado áreas de colaboración con China, Pekín está preocupado acerca de sus esfuerzos para unir aliados en el Indo-Pacífico en una coalición contra China.

También está nervioso acerca de su estrategia para Taiwan después que en repetidas ocasiones dijo que enviaría tropas estadounidenses si hay un conflicto con China.

Trump, con su estrategia aislacionista de la política exterior, podría dudar más en defender a Taiwan.

Pero nada puede descartarse, tomando en cuenta lo impredecible que es y su ruda retórica contra China, a la que culpa del brote de Covid-19 que no ha terminado desde su presidencia.

“Para China, no importa quién gane la elección presidencial de Estados Unidos, porque son dos “tazones de veneno”, dijo Zhao Minghao, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Fudan en Shanghai.

El punto de vista de Zhao es el mismo de un grupo de analistas de ambos países, que sugieren que Pekín podrían encontrar que Biden es menos malo por su constancia en comparación de lo impredecible de Trump, pero también destaca que el gobierno chino está preocupado por el éxito que ha tenido Biden en construir sociedades para contrarrestar a China.

En las redes sociales de China, muchos comentaristas parecen favorecer a Trump, a quien ven no sólo como un empresario para llegar a un acuerdo sino también una fuerza disruptiva que socava la democracia estadounidense y el liderazgo global de Estados Unidos para beneficio de Pekín.

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