Se inclina Trump hacia dictadores para hacer tratos en G20

Osaka, Japón— El presidente Donald Trump, quien no es un participante muy entusiasta de la cumbre, ha moldeado las reuniones anuales más a su preferencia: acelerar los tratos con un grupo de hombres fuertes, no con mujeres destacadas, que han desfilado por la mesa de negociaciones, publicó CNN.

El viernes y sábado, Trump se reunió con hombres acusados de haber organizado un fraude electoral y un horripilante homicidio. Estuvo tratando de llegar a un acuerdo con el presidente de una nación que ha encarcelado a millones de minorías religiosas en campos remotos.

Y además, envió un tweet muy optimista que dice “Nos vemos allá!” al déspota que tiene antecedentes de asesinatos.

La afición de Trump por los dictadores siempre ha sido un pronunciado aspecto de su política exterior, aunque al parecer, en Japón dejó a un lado los intentos de ocultarlo.

Si existe una doctrina de la política exterior de Trump, y no hay un consenso entre los expertos y analistas de que exista una, es que se centra mayormente en la persecución de objetivos, sin importar con quién tenga que negociar.

“Se trata de hacer relaciones, porque de otra manera uno termina en malas guerras y muchos problemas”, explicó Trump durante un desayuno con el poderoso príncipe de la Corona Saudita, Mohammed bin Salman, quien fue señalado  la semana pasada por las Naciones Unidas como el probable responsable del homicidio y desmembramiento de Jamal Khashoggi, un periodista disidente que vivía en Estados Unidos.

Desde el punto de vista de Trump, son los “chicos malos” los que valen la pena para hacer negocios, no necesariamente los aliados tradicionales de Estados Unidos, que están regidos por sus legislaturas e inquietudes políticas y eso les impide negociar.