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Internacional
domingo, 27 enero 2019 | 07:04
Bogotá.- Muerte de testigos. Campañas presidenciales bajo sospecha. Un Fiscal en entredicho.
La investigación sobre los sobornos de la brasileña Odebrecht en Colombia entró, a finales de 2018, en un terreno tenebroso.
El gigante brasileño de la construcción dejó en ese país unos 33 millones de dólares en coimas, según los investigadores de la Fiscalía. Buena parte de ese dinero se utilizó para garantizarse contratos de obra pública, en particular de las nuevas autopistas que recorren la nación.
El proceso judicial se ensombreció el pasado noviembre, cuando Jorge Enrique Pinzano, interventor de una concesionaria de la empresa, y testigo clave para los investigadores, falleció. Sufrió un infarto, según los forenses que atendieron su caso.
Su hijo, Alejandro Ponce, murió unos días después. Había tomado cianuro de manera accidental. La mortal sustancia se encontraba en una botella de refresco que halló en el escritorio de su progenitor y él tomó, desconociendo su contenido.
Por ingesta de cianuro murió también, el pasado diciembre, Rafael Merchán, otro testigo clave del caso, quien sí lo habría ingerido de manera voluntaria, según los investigadores.
"En realidad son tres muertes, incluyendo la primera Fiscal que vio el caso. Todas las muertes han sido tratadas como accidente o suicidio, en medio de versiones oficiales poco claras y a veces contradictorias, lo que condujo a la renuncia del director de medicina legal", expuso a REFORMA Jorge Giraldo, analista y decano de la Escuela de Humanidades de la Universidad Eafit.
"Lo concreto es que, mientras los acusados y sospechosos están libres o sujetos a lentas investigaciones judiciales, algunos potenciales testigos mueren", añadió el experto.
La muerte de Merchán puso en entredicho al Fiscal General de Colombia, Néstor Humberto Martínez.
Noticias Uno publicó, tras su fallecimiento, una grabación, tomada en 2015, en la que Pinzano advertía a Martínez, entonces abogado de Corficolombiana, un socio de la constructora brasileña, de los tejemanejes de Odebrecht.
Parte de la sociedad del país cafetero se ha lanzado a la calle en las últimas semanas pidiendo la renuncia del Fiscal General, argumentando que no hizo nada entonces para detener la corrupción.
Martínez se ha defendido argumentando que Merchán no tenía pruebas concluyentes sobre la corrupción de la empresa brasileña, y que fue la Fiscalía quien consiguió esos indicios en 2017, cuando él ya lideraba la institución.
El caso en Colombia ha salpicado las campañas electorales del ex Presidente Juan Manuel Santos (2010-2018) y de su rival en las urnas en 2014, el uribista Óscar Iván Zuluaga, que podrían haber sido financiadas, en parte, por la multinacional brasileña.