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Internacional

Rescatistas trabajan en temperaturas bajo cero en Turquía y Siria

Clima frío aumenta el riesgo de hipotermia entre los equipos de rescate

The New York Times

martes, 07 febrero 2023 | 07:47

The New York Times

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Ankara.- Miles de rescatistas en Turquía y Siria se apresuran a encontrar sobrevivientes a medida que las temperaturas descienden por debajo del punto de congelación, lo que aumenta el riesgo de hipotermia mientras examinan la devastación del terremoto del lunes.

Las temperaturas descenderán hasta los -2 grados centígrados este martes, según el Servicio Meteorológico Estatal de Turquía. Se pronostica nieve o lluvia durante al menos tres días esta semana. Los rescatistas deben “correr contra el tiempo y la hipotermia” para encontrar a cualquiera que quede atrapado bajo los escombros, dijo Mikdat Kadioglu, profesor de meteorología y gestión de desastres en la Universidad Técnica de Estambul.

El terremoto de magnitud 7.8, que se produjo el lunes cerca de la ciudad de Gaziantep, en el sur de Turquía, dejó a miles de supervivientes varados en la oscuridad, buscando refugio en temperaturas cercanas al punto de congelación. Muchas de las personas atrapadas bajo los escombros solo vestían ropa de dormir cuando ocurrió el terremoto. Muchos de los rescatados iban descalzos.

Durante la noche del lunes, algunas personas se refugiaron del frío y la lluvia en sus autos, o se calentaron con fogatas hechas con escombros de edificios dañados.

Incluso antes del terremoto, los grupos de ayuda habían señalado su preocupación sobre cómo las bajas temperaturas afectarían a las personas en el norte de Siria, donde han huido millones de personas desplazadas por los años de guerra civil. Es el único lugar del país que permanece fuera del control del gobierno. Muchas de esas personas desplazadas se han refugiado en tiendas de campaña, ruinas antiguas y cualquier otro lugar que puedan encontrar después de que sus antiguos hogares fueran destruidos.

El colapso económico que trajo la guerra había hecho imposible que muchos de ellos obtuvieran una comida decente. La crisis de combustible de este invierno ya tuvo a muchos temblando en sus camas, sin calefacción.

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