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Internacional

Petroleras de EU y Europa toman caminos diferentes respecto al cambio climático

Mientras que empresas europeas invierten millones en energía renovable, Exxon y Chevron están comprometidas con los combustibles fósiles

The New York Times

lunes, 21 septiembre 2020 | 07:52

The New York Times

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Houston.- A medida que los precios del petróleo se desploman y aumentan las preocupaciones sobre el cambio climático, BP, Royal Dutch Shell y otras compañías energéticas europeas, están vendiendo campos petroleros, planificando una fuerte reducción de las emisiones e invirtiendo miles de millones en energías renovables.

Los gigantes petroleros estadounidenses Chevron y Exxon Mobil van en una dirección muy diferente. Están duplicando el petróleo y el gas natural e invirtiendo lo que equivale a un cambio de bolsillo en esfuerzos innovadores orientados al clima, como pequeñas centrales nucleares y dispositivos que absorben carbono del aire.

La disparidad refleja las grandes diferencias en la forma en que Europa y Estados Unidos abordan el cambio climático, una amenaza global que, según muchos científicos, está aumentando la frecuencia y gravedad de desastres como incendios forestales y huracanes. Los líderes europeos han hecho de la lucha contra el cambio climático una prioridad máxima, mientras que el presidente Trump lo ha calificado de "engaño" y ha desmantelado las regulaciones ambientales para fomentar la explotación de combustibles fósiles.

Mientras los líderes mundiales luchan por adoptar políticas climáticas coordinadas y efectivas, las decisiones tomadas por las compañías petroleras, con sus bolsillos caudalosos, destreza científica, experiencia en la gestión de grandes proyectos de ingeniería y cabildeo, pueden ser críticas. Lo que hagan podría ayudar a determinar si el mundo puede cumplir con los objetivos del acuerdo de París para limitar el aumento de las temperaturas globales a menos de 3.6 grados Fahrenheit por encima de los niveles preindustriales.

Las grandes empresas de petróleo y gas estadounidenses y europeas están de acuerdo públicamente en que el cambio climático es una amenaza y que deben desempeñar un papel en el tipo de transición energética que el mundo vio por última vez durante la revolución industrial. Pero la urgencia con la que las empresas planean transformar sus negocios no podría ser más diferente.

Para los ambientalistas, e incluso para algunos inversionistas de Wall Street, los gigantes petroleros estadounidenses claramente están tomando la decisión equivocada. En agosto, por ejemplo, Storebrand Asset Management, la administradora de dinero privada más grande de Noruega, se separó de Exxon Mobil y Chevron. Y Larry Fink, quien dirige el administrador de inversiones más grande del mundo, BlackRock, ha calificado al cambio climático como "un factor que define las perspectivas a largo plazo de las empresas".

Los ejecutivos petroleros europeos, por el contrario, han dicho que la era de los combustibles fósiles está disminuyendo y que planean dejar muchas de sus reservas enterradas para siempre. También argumentan que deben proteger a sus accionistas preparándose para un futuro en el que los gobiernos promulguen políticas ambientales más estrictas.

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