PUBLICIDAD

Internacional

Para Hong Kong, Tiananmen se cierne sobre el futuro

Cada 4 de junio grandes multitudes de hongkoneses se reúnen para recordar la pérdida de vidas en la Plaza Tiananmen en 1989

The New York Times

jueves, 04 junio 2020 | 09:55

The New York Times

PUBLICIDAD

Cada 4 de junio, desde 1990, grandes multitudes de hongkoneses se unieron en una vigilia para recordar la pérdida de vidas y la pérdida de ideales en la Plaza Tiananmen en 1989, cuando tanques y soldados chinos aplastaron una protesta de un mes de duración en Beijing pidiendo cambios democráticos a la regla de un solo partido de China.

Este año, por primera vez, Hong Kong no tendrá la oportunidad de recordar oficialmente un evento que no puede olvidar.

La vigilia anual fue prohibida por las autoridades del territorio, quienes dijeron que estaban tratando de frenar la propagación del coronavirus. Pero la proscripción de la conmemoración por única vez en tres décadas se produce cuando Hong Kong ha estado experimentando sus propios meses de protestas, a menudo violentas.

La prohibición de la vigilia también llega cuando China está tratando de aprovechar el caos actual en los Estados Unidos. Su objetivo es tanto difundir su influencia a nivel mundial como estrechar el control interno de su líder autoritario, el presidente Xi Jinping.

A principios de 1989, el cambio parecía en el aire. La Unión Soviética se tambaleaba, y su Cortina de Hierro en Europa del Este comenzaba a mostrar signos de grietas. Esa primavera, muchos cientos de miles de manifestantes pacíficos, en su mayoría estudiantes, luego una gran muestra de trabajadores de Beijing, se reunieron en la Plaza Tiananmen en la capital.

Con las protestas aplicando una presión intensa a los líderes del país, y con los ojos del mundo observando con una expectativa mayormente esperanzadora, los llamados de los manifestantes a la democracia parecían listos para hacerse realidad.

Luego, temprano en la mañana del 4 de junio, el gobierno chino decidió que actuaría, pero no para cumplir con las demandas de los manifestantes. En cambio, ordenó a los militares despejar la plaza, matando a cientos, quizás miles, de chinos.

El recuerdo de esa masacre se ha desvanecido en gran parte del mundo. Pero no en Hong Kong.

Año tras año, las vigilias en Hong Kong atrajeron enormes multitudes. Los asistentes no solo conmemoraban las muertes en Beijing, sino que encarnaban los derechos que se les otorgaron durante 50 años en el acuerdo de entrega de 1997 entre Gran Bretaña y China, la libertad de reunión y la prensa libre, que siempre había parecido frágil con un gigante autoritario al lado.

Pero la amenaza planteada por la nueva ley de seguridad, que fue condenada por la administración Trump, parece haber logrado uno de sus objetivos de disminuir el tamaño y la potencia de las protestas. La prohibición de la vigilia de Tiananmen de este año subrayó que las libertades de Hong Kong están entrando en una fase incierta.

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

close
search