Internacional
lunes, 06 abril 2020 | 06:00
Ciudad del Vaticano— El papa Francisco celebró la misa del Domingo de Ramos en una Basílica de San Pedro vacía debido a la pandemia de coronavirus, mientras que los párrocos en otras partes de Roma se subieron a los techos de las iglesias y campanarios para dirigir los servicios a algunos fieles que pudieron presenciar el ritual.
Francisco, que se veía pensativo y sonaba apagado, dirigió la primera de varias ceremonias de la Semana Santa que no contarán con la presencia de los fieles, debido a que las rígidas medidas de aislamiento de Italia prohíben las reuniones públicas.