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Internacional

Opositores en Cuba convocan a una protesta ‘mundial’

Se llevaría a cabo el próximo 18 de julio en contra del presidente Miguel Díaz Canel

Agencia Reforma

jueves, 15 julio 2021 | 14:33

Associated Press | Movimiento de cubanos el pasado domingo

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Ciudad de México— Tras las históricas movilizaciones del 11 de julio, grupos opositores en Cuba han convocado a una protesta "mundial" para el próximo domingo 18 de julio en contra del Gobierno del presidente Miguel Díaz Canel.

En lo que ha sido el mayor movimiento desde la Revolución Cubana, miles de habitantes de la isla salieron el domingo pasado para reclamar por la escasez de alimentos, medicamentos y por la aguda crisis económica y el manejo de la pandemia de Covid-19.

El Movimiento San Isidro, que ha liderado parte de las protestas y cobró popularidad tras movilizaciones en noviembre pasado, llamó al mundo a apoyar su causa en contra del modelo político y económico de Cuba.

"@Mov_sanisidro #convoca a participar en la Protesta Mundial el 18 de julio para levantar la voz para apoyar al valiente pueblo #cubano que ha decidido acabar con la tiranía de #Castro", señalaba en Twitter la convocatoria.

Tras las protestas del fin de semana, el Gobierno cubano desplegó a la Policía antidisturbios y según la iniciativa ciudadana Cuba Decide, hasta ayer al menos 151 personas habían sido detenidas durante las manifestaciones. El internet, que ayudó para organizar las protestas, fue suspendido durante varios días, pero ayer se restauró aunque no era posible acceder a redes sociales.

Al menos una persona murió durante las protestas, confirmaron las autoridades.

También el miércoles el gobierno cubano anunció el primer paquete de medidas para apaciguar a la población, entre ellas la libre importación de alimentos y medicinas.

Las autoridades acordaron "autorizar excepcionalmente y con carácter temporal, la importación por la vía del pasajero, es decir del equipaje acompañante en el viaje, los alimentos, aseos y medicamentos sin limite de valor de importación y libre de pago de aranceles", dijo el Primer Ministro, Manuel Marrero, en la televisión cubana.

Facilitar la entrada de bienes de primera necesidad fue uno de los llamados de las multitudinarias protestas del 11 y 12 de julio en unas cuarenta ciudades de la isla, que enfrenta una fuerte escasez de comida y medicinas, agravada por la peor crisis económica en tres décadas.

En una reciente carta abierta al gobierno, un grupo de artistas e intelectuales habían pedido justamente esa medida.

"Esto es una medida que estamos tomando hasta el 31 de diciembre, después haremos una valoración", dijo Marrero en compañía del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.

Marrero también adelantó que habrá una pronta mejoría en la generación de electricidad para evitar los apagones que tanto irritan a la población y una mejoría en la producción nacional de medicamentos, actualmente deficitaria por la falta de materias primas.

Análisis crítico

Las medidas se anunciaron tres días después de las manifestaciones el domingo, en las que miles de cubanos salieron a las calles de La Habana y unas cuarenta ciudades al grito de "tenemos hambre", "libertad" y "abajo la dictadura".

Aunque reiteró las acusaciones contra Estados Unidos, al que señala como instigador de estas manifestaciones a través de una campaña en Twitter con la etiqueta #SOSCuba, en su intervención Díaz-Canel cambió el tono.

"De los disturbios también hay que sacar experiencia, también tenemos que hacer un análisis crítico de nuestros problemas", dijo el mandatario.

"También a lo mejor habrá que pedir alguna disculpa con alguien que en medio de la confusión que se arma en sucesos como estos haya sido confundido, haya sido maltratado".

El presidente llamó a la "paz, la concordia entre los cubanos y al respeto".

"(Hay que) superar nuestros desencuentros entre todos. Nosotros lo que tenemos que propiciar, aunque tengamos puntos de vista en ocasiones diferentes sobre determinados temas, es entre todos tratar de encontrar soluciones", añadió.

Las medidas también incluyen un programa provisional que beneficiaría a unas 300 mil personas que viven en lugares diferentes a donde están empadronados, y por lo tanto no tienen posibilidades de comprar la canasta básica subsidiada que vende el Estado a cada ciudadano.

Se trata de "un mecanismo provisional que garantice que las personas que están en esta situación puedan adquirir la canasta básica en el lugar donde están residiendo hoy", dijo Marrero.

Cuba tiene una insuficiente producción de alimentos e importa el 80 por ciento de lo que consumen sus 11.2 millones de habitantes, lo que se ha complicado con la crisis económica actual y la pandemia.

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