Luego de reunión de Trump con Kim, inicia verdadero trabajo de Pompeo

Ahora que concluyó el espectáculo televisivo de la primera visita del presidente Trump a Corea del Norte, sus principales diplomáticos fueron dejados con el abrumador desafío que los atormentó anteriormente: un hostil dictador que considera la expansión de su arsenal nuclear como crucial para su sobrevivencia.

Al secretario de Estado Mike Pompeo y a su enviado especial, Steve Biegun, les dieron dos o tres semanas para iniciar las nuevas pláticas con sus contrapartes norcoreanos que tienen como objetivo tener éxito en las estancadas negociaciones de desnuclearización.

Aunque las disputas siguen siendo las mismas, al parecer, la administración espera que la química que hubo este domingo entre Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un  libere el espíritu de cooperación que ha estado ausente entre los negociadores norcoreanos y funcionarios estadounidenses que están por debajo del rango de presidente.

“El presidente, al reunirse con el presidente Kim el día de hoy, nos da la oportunidad de regresar a la mesa de negociaciones, lo cual me tiene muy emocionado”, les comentó Pompeo a los reporteros antes de tomar un vuelo para regresar a Washington.

Sin embargo, no se sabe si la ausencia de un cambio en la postura de negociaciones de Estados Unidos y la conexión que Trump tuvo con Kim durante una breve caminata en suelo norcoreano y una reunión que duró 50 minutos logrará establecer un puente entre el amplio abismo que existe entre Washington y Pyongyang.