Internacional

Japón ayuda a trabajadoras sexuales; ellas dicen que no es suficiente

Han sido duramente afectadas por cierres y restricciones debido al coronavirus

El Diario de Juárez

lunes, 20 abril 2020 | 11:32

CNN

Mika está preocupada. Como trabajadora sexual en Japón, solía ver a tres o cuatro clientes por día, luego la pandemia de coronavirus golpeó al país asiático. Ahora, con las personas que se quedan en casa y evitan el contacto cercano, ella no tiene clientes ni dinero.

Sin ahorros u otras fuentes de ingresos, Mika dice que vive del dinero prestado. Ella ha tratado de encontrar otros trabajos, pero nadie está contratando en medio de una crisis económica. A este ritmo, es posible que no pueda pagar el alquiler o pagar las necesidades básicas, y mucho menos pagar la deuda que ha contraído recientemente.

"Me preocupa si tendré un lugar para vivir o si puedo encontrar un trabajo", dijo, usando un seudónimo para proteger su privacidad. "Me preocupa mi salud, por supuesto, pero ahora me preocupo más por cómo sobrevivir".

Las trabajadoras sexuales en todo Japón han sido duramente afectadas por cierres y restricciones debido a la pandemia. Todo el país se encuentra en estado de emergencia, con muchos negocios cerrados y recomendando a las personas no salir, publicó CNN.

Ahora hay al menos 10 mil 797 casos en todo el país y 236 muertes, según la Universidad Johns Hopkins.

Para suavizar el golpe económico, el gobierno central ha lanzado un paquete de estímulo masivo por valor de 108 billones de yenes. Después de cierta controversia, las trabajadoras sexuales son elegibles para solicitar ayuda bajo ciertas condiciones, una medida que algunos activistas han aclamado como una señal de progreso para una industria que ha sufrido un severo estigma social.

Pero para muchas trabajadoras sexuales, el paquete ofrece poca tranquilidad, y sus reglas de elegibilidad parecen opacas y restrictivas. Algunas no están seguras de cómo solicitar beneficios sin exponerse.

“El gobierno no ha dicho claramente que ayudarán a todas", dijo Mika. "Hay muchas que no pueden comer ni sobrevivir sin sus clientes".

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