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Internacional
jueves, 20 enero 2022 | 19:32
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Tokio.— Los restaurantes y bares cerrarán más temprano en Tokio y en otra docena de áreas de Japón a partir del viernes, al ampliar el país las restricciones por el Covid-19 luego de que los casos alcanzaran nuevos máximos históricos en zonas metropolitanas debido a la variante ómicron.
La medida, implementada un paso antes de alcanzar un estado de emergencia, es la primera en el país desde septiembre y está programada a mantenerse en vigor hasta el 13 de febrero. Otras tres prefecturas — Okinawa, Hiroshima y Yamaguchi — están bajo restricciones similares desde enero pasado, por lo que ahora las medidas restrictivas abarcan 16 demarcaciones, o una tercera parte del país.
A pesar de que buena parte de la población adulta de Japón cuenta con esquema completo de vacunación contra el Covid-19, muy pocos han recibido la dosis de refuerzo, la cual ha sido una protección vital contra la muy contagiosa variante ómicron.
A lo largo de la pandemia, Japón se ha negado a implementar cierres para limitar la propagación del coronavirus, y en lugar de ello se ha enfocado en reducir los horarios de operaciones de restaurantes y prohibir la venta de bebidas alcohólicas. Asimismo, le recomienda a la población el uso de mascarillas y mantener la distancia social, en un intento del gobierno por minimizar el impacto sobre la economía.
La medida más reciente pide a la mayoría de los restaurantes cerrar a las 8 de la noche, mientras que los eventos de mayores dimensiones pueden operar a su máxima capacidad siempre que cumplan con planes para combatir al virus.
Los detractores aseguran que las medidas, enfocadas casi exclusivamente en bares y restaurantes, no tienen mucho sentido y son injustas.
Después de más de dos años de restricciones reiteradas y solicitudes de distanciamiento social, los japoneses cada vez cooperan menos con estas medidas. La población ha vuelto a trasladarse en trenes llenos y a comprar en tiendas atestadas de gente.
Japón redujo las restricciones fronterizas brevemente durante noviembre, pero volvió a endurecerlas rápidamente para prohibir la entrada de la mayoría de los extranjeros una vez que la variante ómicron comenzó a propagarse en otras naciones. El gobierno japonés dice que mantendrá sus estrictas políticas fronterizas hasta finales de febrero, al tiempo que el país intenta reforzar los tratamientos y sistemas médicos.
Los estrictos controles fronterizos han provocado críticas de estudiantes y académicos extranjeros, quienes consideran que dichas medidas carecen de fundamentos científicos.
Tokio reportó 8 mil 638 nuevos casos de coronavirus el jueves, con lo que rebasó su récord anterior de 7 mil 377 impuesto en la víspera.
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