Intenta Europa no quedar atrás de EU y China

Fráncfort— Europa está intensificando su plan de recuperación y funcionarios de finanzas en Alemania y Francia dijeron hoy que no hay tiempo que perder, pues el continente está rezagado con respecto a Estados Unidos y China en cuanto a los pasos para recuperarse de la recesión pandémica.

El ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, y su colega francés, Bruno Le Maire, presentaron el martes planes para invertir en tecnología de digitalización y en el combate contra el cambio climático.

Francia busca obtener unos 40 mil millones de euros del fondo de recuperación de 750 mil millones de euros de la UE. Alemania busca recibir alrededor de 30 mil millones de euros. Sus gobernantes esperan que los fondos comiencen a fluir a partir de julio.

Los ministros de finanzas de ambas economías, las más grandes de la UE, subrayaron su determinación conjunta de utilizar los fondos para transformar la economía europea y hacer que el continente vuelva a crecer.

A cambio del dinero, se espera que estos países solucionen problemas económicos de larga data.

Le Maire instó a la Comisión Europea, el organismo ejecutivo de la UE, a evaluar rápidamente los planes para que el dinero del fondo europeo pueda comenzar a fluir a los estados miembros a partir de julio.

Dijo que desde que se aprobó el fondo, “hemos perdido demasiado tiempo” y que “Europa debe seguir en la contienda”. El año pasado, la economía de Francia se contrajo un 8,3% en medio de la crisis de salud, la caída más grave desde la Segunda Guerra Mundial, según el instituto nacional de estadísticas INSEE.

El gabinete de España también presentó su propuesta sobre cómo quiere invertir los fondos de recuperación. España recibirá 140 mil millones de euros (166 mil millones de dólares), la mitad en pagos directos y la otra mitad en préstamos, del plan de recuperación de la UE, sólo superada por Italia.

De acuerdo con las prioridades de la UE, el gobierno de izquierda de España ha puesto un gran énfasis en crear una economía más verde al tiempo que impulsa la productividad de una economía que se contrajo un 11% el año pasado.