Huelga en Francia presagia un invierno de descontento para Europa

Le Havre.- La ciudad portuaria del norte de Le Havre está a menos de 40 kilómetros de dos importantes refinerías de petróleo. Pero el viernes, las bombas en muchas estaciones de servicio estaban envueltas en cinta roja y blanca, los letreros de precios eléctricos mostraban nueves. Se disponía de poca gasolina.

En toda Francia, un tercio de las estaciones están total o parcialmente secas, víctimas de una huelga que se amplía rápidamente y se ha extendido a la mayoría de las principales refinerías del país, así como a algunas plantas nucleares y ferrocarriles, lo que ofrece un adelanto de un invierno de descontento con la inflación y escasez de energía amenazando con socavar la estabilidad de Europa y su frente unido contra Rusia por su guerra en Ucrania.

Como mínimo, la huelga, que enfrenta a los trabajadores de las refinerías que buscan una mayor parte de las ganancias crecientes contra los gigantes petroleros TotalEnergies y Exxon Mobil, ya se ha convertido en la primera gran crisis social del segundo mandato de Emmanuel Macron como presidente, a medida que crecen los llamados a una asamblea general y huelga el próximo martes.

“Se va a convertir en una huelga general. Ya verás”, dijo Julien Lemmonier, de 77 años, un trabajador jubilado de una fábrica que salía del supermercado en Le Havre en una mañana gris y lluviosa. Advirtió que, si los trabajadores del puerto hacían lo mismo, “se acabará”.

El creciente malestar social es justo lo que temen los líderes europeos a medida que la inflación alcanza su nivel más alto en décadas, impulsada en parte por los enredos en las cadenas de suministro globales posteriores a la pandemia, pero también por el creciente impacto de la batalla económica ojo por ojo entre Europa y Rusia por su invasión de Ucrania.

La ansiedad económica es palpable en toda Europa, provocando grandes protestas en Praga, la huelga ferroviaria más grande de Gran Bretaña en tres décadas, así como huelgas de conductores de autobuses, empleados de centros de llamadas y abogados defensores criminales, y haciendo que muchos gobiernos introduzcan medidas de alivio para amortiguar el golpe y evitar aún más turbulencias. Los trabajadores de las aerolíneas en España y Alemania se declararon en huelga recientemente, exigiendo aumentos salariales para reflejar el aumento del costo de vida.

Para Francia, las huelgas han tocado un nervio desgastado por la creciente disparidad entre los pocos ricos y las crecientes clases en apuros, así como la creciente preocupación por llegar a fin de mes en el frío invierno que se avecina.

Los trabajadores de la mitad de las ocho refinerías del país continúan haciendo huelga por salarios más altos en línea con la inflación, así como por una reducción de las altísimas ganancias que sus empresas obtuvieron en los últimos meses, ya que el precio de la gasolina se ha disparado.