{{ post.cabeza }}
{{ post.sumario }}
PUBLICIDAD
Internacional
sábado, 06 junio 2020 | 17:01
PUBLICIDAD
Londres— Al manejar recientemente por el vecindario de Newham en el Este de Londres, Ryan Anderson y Billy Tattingham señalaron algunos de los lugares en donde habían dormido antes de la pandemia del coronavirus.
Un paso a desnivel en una estación de trenes, un callejón, unas banquetas proclives a los delitos en un centro comercial, y en las noches particularmente frías, en el elevador del tren subterráneo.
Pero todo cambió para estos dos mejores amigos de la infancia, a finales de marzo.
Como parte del esfuerzo que ha hecho Gran Bretaña para contener la propagación del virus, el gobierno requirió a los consejos locales de Inglaterra y Wales que proporcionaran un alojamiento de emergencia en los hoteles para cada persona que no tiene en donde vivir y que lo hace en las calles.
Para Anderson y Tattingham, esto ha sido una revelación.
“Es muy surrealista despertar cada mañana en una cama, en mi propia habitación, que tiene una puerta y baño”, dijo Anderson. “A decir verdad, el coronavirus ha sido lo mejor que le ha pasado a las personas que no tienen en dónde vivir. Nadie se ha beneficiado tanto como nosotros”.
Desde que inició el cierre por el coronavirus, a más del 90 por ciento de las personas que duermen en las calles les ofrecieron un lugar para quedarse, de acuerdo a las estadísticas del gobierno.
Al mismo tiempo, una nueva oleada de indocumentados que no tienen en dónde vivir está llegando a las calles, ya que la gente está desempleada por la pandemia y han sido desalojados de los cuartos que estaban rentando.
En las últimas semanas, debido al cierre de negocios por el coronavirus, millones de personas han perdido sus trabajos y una nueva oleada de personas sin hogar se ha dispersado por todo el país.
PUBLICIDAD
ENLACES PATROCINADOS
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD