Disturbios contra la democracia en Brasil provocan arrestos masivos

Brasilia.- Al menos 1 mil 200 manifestantes fueron detenidos tras el asalto a los edificios de la capital de Brasil, dijo este lunes un portavoz de la policía civil, mientras las autoridades comenzaban a desmantelar una ciudad de tiendas de campaña donde los partidarios de Jair Bolsonaro, el expresidente de extrema derecha, habían estado acampando desde que perdió las elecciones de octubre.

Los arrestos se produjeron un día después de uno de los peores ataques a la democracia del país en los 38 años transcurridos desde el fin de la dictadura militar. Miles de simpatizantes de Bolsonaro irrumpieron este domingo en edificios gubernamentales en la capital, Brasilia, para protestar por lo que afirman falsamente que fueron elecciones robadas.

El ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, había dicho ayer por la noche que al menos 200 personas habían sido arrestadas en relación con los disturbios, aunque otro funcionario calculó esa cifra en más de 400.

Los manifestantes habían acampado frente al cuartel del ejército en Brasilia, según Darbas Coutinho, vocero de la policía civil. Serían interrogados por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, y algunos podrían ser acusados de cometer delitos contra las instituciones democráticas o de intentar derrocar a un gobierno elegido democráticamente, dijo.

Los manifestantes proBolsonaro han acampado en Brasilia y otras ciudades importantes de Brasil durante más de 60 días. De la noche a la mañana, la Corte Suprema del país ordenó a las autoridades desmantelar los campamentos en 24 horas.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el izquierdista que ganó las elecciones en octubre, firmó un decreto de emergencia este domingo por la noche, poniendo a las autoridades federales a cargo de la seguridad en la capital de Brasil. La orden suscitó preocupaciones de que el desmantelamiento del campamento podría generar más tensiones, pero el lunes, la dispersión de los manifestantes hasta ahora había sido pacífica.

En escenas que recuerdan el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, los partidarios de Bolsonaro sitiaron este domingo el Congreso, la Corte Suprema y las oficinas presidenciales de Brasil, la culminación violenta de años de teorías de conspiración adelantadas por el expresidente y sus aliados. Prendieron fuego, reutilizaron las barricadas como armas, derribaron a los policías a caballo y filmaron sus actos violentos mientras los cometían. El domingo por la noche, la sede del gobierno había sido despejada.

El presidente Biden, que visitaba la frontera sur de Estados Unidos, calificó las protestas de “escandalosas” y Jake Sullivan, su asesor de seguridad nacional, dijo que Estados Unidos “condena cualquier esfuerzo por socavar la democracia en Brasil”.