Internacional

Daña corrupción a partido de Nelson Mandela

Tras 25 años en el poder, el Congreso Nacional Africano se encuentra en crisis

Reforma

miércoles, 08 mayo 2019 | 09:56

Reforma

Sudáfrica— Tras 25 años en el poder, el partido Congreso Nacional Africano medirá su apoyo en unas elecciones marcadas por los escándalos de corrupción.

Ante los comicios generales que se celebran hoy en Sudáfrica para conformar la Asamblea Nacional y las legislaturas provinciales, la formación que llegó al poder tras el fin del Apartheid, en 1994 y con Nelson Mandela como presidente, enfrenta ahora una crisis por casos como el del exmandatario Jacob Zuma, quien dimitió en 2017 por estar involucrado en tramas relacionadas con fraudes y el crimen organizado.

Cyril Ramaphosa es la cara de ACN (por sus siglas en inglés) que opta por la reelección con una campaña basada en la limpieza judicial de la formación.

El entusiasmo entre los votantes, sobre todo los de clase media, cuando llegó a la presidencia en 2018 pareció devolver la fuerza al partido de Mandela, que se ha ido debilitando progresivamente en el número de diputados durante la última década.

En este contexto, Ramaphosa ha sido criticado por no haber logrado una reactivación de la economía sudafricana así como por no haber cumplido su promesa, según las críticas de analistas, de combatir la corrupción. Hasta ahora, ni un sólo miembro de la ANC ha sido llevado ante la justicia.

El mismo presidente está siendo investigado por la Oficina del Protector Público, la agencia anticorrupción del Gobierno, por aceptar una donación de campaña de Bosasa, una empresa de logística que está acusada de pagar sistemáticamente enormes sobornos a los líderes de la formación a cambio de contratos gubernamentales.

Los retos que enfrenta el ANC son también el principal motivo por el cual los votantes de clase media, históricamente los que más han apoyado a la formación, han redirigido su apoyo a los opositores de Alianza Democrática o Luchadores por la Libertad Económica, un nuevo partido formado por el exmilitante del Congreso Nacional Africano Julius Malema.

"Es la última oportunidad del ANC para mantener a la clase media y corresponde a Ramaphosa persuadir a los votantes de que puede cambiar al partido que ahora se identifica con la corrupción", dijo David Everatt, director de la Escuela de Gobierno de Wits en la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo.

A pesar de que los sondeos dan la victoria a la formación que llegó al poder en 1994, la pérdida progresiva de apoyos en lugares estratégicos como Chantelle, un suburbio de Pretoria, puso de relieve el desafío político.

En este barrio de clase media, el ANC obtuvo en las elecciones locales de 2016 un 69 por ciento menos de votos que en los comicios anteriores de 2011.

Como respuesta al debilitamiento del partido y la corrupción, un número cada vez mayor de votantes negros ha optado por no registrar su voto en los comicios, en un país donde los ciudadanos de color ganaron el derecho a votar hace poco más de una generación.

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