Con la reforma judicial en pausa, EU suaviza el tono con Netanyahu

Tel Aviv.- En una señal de alivio de las tensiones en Israel tras la suspensión de una polémica reforma judicial, el embajador de Estados Unidos en Israel dijo este martes que el presidente Biden recibirá al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Washington en los próximos meses.

El anuncio de tal reunión, codiciado durante mucho tiempo por Netanyahu, se produjo después de otros cambios de tono durante la noche por parte de la administración de Biden, cuando Washington señaló su apoyo a la decisión de Netanyahu de retrasar el plan judicial divisivo.

Pero la noticia no sugiere un reinicio completo después de semanas de relaciones tensas: el embajador, Thomas R. Nides, dijo que no se había fijado una fecha para la invitación, lo que deja abierta la posibilidad de que la reunión se cancele si Netanyahu sigue adelante con el plan después de un retraso.

Sin embargo, la medida fue una de las varias señales de este martes de que las emociones se estaban calmando en todo Israel después de que las preocupaciones sobre la reforma judicial desencadenaron disturbios civiles en una escala rara vez vista en el país y exacerbaron las tensiones con la administración de Biden.

Después de la reversión de Netanyahu, el principal sindicato del país canceló una huelga general, los hospitales reanudaron sus servicios completos después de reducirlos en protesta ayer, lunes, y el aeropuerto principal comenzó a permitir vuelos de salida nuevamente después de pausarlos un día antes.

Pero la sospecha y la decepción de ambos lados permanecieron. Los manifestantes temían que el gobierno reanudara la reforma después de solo un retraso superficial, y algunas manifestaciones aún estaban programadas para este martes. Y entre los partidarios del gobierno, hubo quejas de que sus puntos de vista y objetivos habían sido aplastados a pesar de que los partidos de derecha ganaron la mayoría en las elecciones de noviembre pasado.

Los comentarios de Nides llegaron la mañana después de que Netanyahu tomara la decisión de último momento de retrasar la reforma. Los opositores al plan del gobierno habían iniciado una huelga general que cerró gran parte de la economía israelí, cerrando universidades y escuelas, deteniendo los vuelos salientes y deteniendo los servicios médicos no urgentes.

La administración de Biden había evitado extender una invitación a Netanyahu en las últimas semanas, ya que los funcionarios en Washington estaban cada vez más preocupados por el ritmo de la reforma judicial, su efecto en la cohesión social israelí y sus consecuencias para la democracia israelí, así como por la actitud del gobierno de Netanyahu y sus políticas en la Cisjordania ocupada.