Comienza en Hong Kong batalla de poder por la libertad de Internet

A medida que Hong Kong lidia con una nueva ley de seguridad draconiana, el pequeño territorio se está convirtiendo en la primera línea en una lucha global entre Estados Unidos y China sobre la censura, la vigilancia y el futuro de Internet.

Durante mucho tiempo un bastión de la libertad en la frontera digital de China, el estado de inquietud de Hong Kong cambió radicalmente en solo una semana. La nueva ley exige la censura policial y la vigilancia digital encubierta, reglas que se pueden aplicar al discurso en línea en todo el mundo.

Ahora, el gobierno de Hong Kong está elaborando controles web para apaciguar al censor más prolífico del planeta, el Partido Comunista Chino. Y los cambios amenazan con aumentar aún más las tensiones entre China y Estados Unidos, en el que la tecnología en sí se ha convertido en un medio por el cual las dos superpotencias económicas buscan difundir la influencia y debilitarse mutuamente.

Atrapados en el medio están los siete millones de residentes de la ciudad, los registros en línea de un debate político dinámico, algunos de los cuales ahora pueden ser ilegales, y las compañías de Internet más grandes del mundo, que alojan, y por guardia de extensión, esos datos.

Ya se está gestando un enfrentamiento. Muchas grandes compañías tecnológicas, incluidas Facebook, Google, Twitter, Zoom y LinkedIn, han dicho en los últimos dos días que dejarían de cumplir temporalmente con las solicitudes de datos de usuarios de las autoridades de Hong Kong. El gobierno de Hong Kong, a su vez, ha dejado en claro que la sanción por incumplimiento de la ley podría incluir el encarcelamiento de los empleados de la empresa.

Según la ley, las autoridades de Hong Kong tienen el mandato de dictar la forma en que las personas de todo el mundo hablan sobre la política impugnada de la ciudad. Un empleado de Facebook podría ser arrestado en Hong Kong si la empresa no entregara los datos de los usuarios de alguien con sede en los Estados Unidos que las autoridades chinas consideraban una amenaza para la seguridad nacional.

La Guerra Fría tecnológica entre China y Estados Unidos se está desarrollando en varios frentes de todo el mundo. La guerra comercial ha atrapado a los gigantes tecnológicos chinos como Huawei y ZTE, mientras que las compañías estadounidenses se quejan de las políticas industriales que favorecen a las empresas chinas en el país y las subsidian en el extranjero. Los severos controles digitales de Beijing han impedido que compañías como Google y Facebook operen sus servicios en China continental.

Aunque las compañías de Internet de Estados Unidos aún ganan miles de millones de dólares en ingresos por publicidad en China, la decisión de cumplir con las normas de Hong Kong correría el riesgo de la ira de Washington, donde ha habido una condena bipartidista de la ley de seguridad. Los nuevos bloqueos en las empresas estadounidenses también podrían provocar represalias.