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Internacional

Cobran lluvias en Brasil 39 vidas humanas

Es la peor contingencia en los últimos 80 años

Associated Press

domingo, 05 mayo 2024 | 06:00

Associated Press | Un hombre camina por una calle inundada debido a las intensas lluvias, el viernes 3 de mayo de 2024, en Porto Alegre

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Sao Paulo.- Las fuertes lluvias en el sureño estado brasileño de Rio Grande do Sul causaron la muerte de 39 personas y otras 68 siguen desaparecidas, informó el viernes la agencia estatal de defensa civil, mientras inundaciones sin precedentes devastaron ciudades y obligaron a miles a abandonar sus hogares.

Fue el cuarto desastre medioambiental de este tipo en un año, tras las inundaciones de julio, septiembre y noviembre de 2023, que mataron a 75 personas en total.

Las inundaciones en todo el estado han superado las registradas durante un diluvio histórico en 1941, según el Servicio Geológico Brasileño. En algunas ciudades, los niveles de agua alcanzaron su punto más alto desde que comenzaron los registros hace casi 150 años, dijo la agencia.

El jueves, una presa de una central hidroeléctrica situada entre las ciudades de Bento Gonçalves y Cotipora se derrumbó parcialmente y ciudades enteras del valle del río Taquari, como Lajeado y Estrela, quedaron completamente inundadas. En la ciudad de Feliz, a 80 km de Porto Alegre, la crecida del río arrasó un puente que la unía con la ciudad vecina de Linha Nova.

Los operadores informaron de cortes de electricidad, comunicaciones y agua en todo el estado. Más de 24 mil personas tuvieron que abandonar sus hogares, según la agencia de defensa civil.

Sin Internet, servicio telefónico ni electricidad, los residentes se esforzaban por proporcionar actualizaciones o información a sus familiares que vivían en otros estados. Los helicópteros sobrevolaban continuamente las ciudades mientras las familias varadas con niños esperaban ser rescatadas en los tejados.

Isolete Neumann, de 58 años, vive en la ciudad de Lajeado, en el valle del río Taquari, y dijo a The Associated Press que nunca antes había visto un escenario como el que está viviendo.

“La gente estaba haciendo barricadas frente a los hospitales con arena y grava. Parecía una película de terror”, dijo por teléfono. Algunas personas de su región estaban tan desesperadas, añadió, que se arrojaron a las corrientes de agua.

El propio barrio de Neumann no se inundó, pero no tiene agua corriente y no se ha duchado desde el martes. Dijo que está recogiendo agua de lluvia en un barreño para poder cocinar. Una tienda de ropa que posee en la zona central de la ciudad está inundada, añadió.

“No sé ni cómo debe de ser. No debe quedar nada”.

El aguacero comenzó el lunes y se espera que dure al menos hasta el sábado, dijo el viernes Marcelo Seluchi, meteorólogo jefe del Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales, a la red de televisión pública de Brasil.

El jueves por la noche, el gobernador Eduardo Leite alertó a la población del estado -conocida como gauchos- sobre la persistencia de las lluvias y las inundaciones. Se esperaba que la situación empeorara en Porto Alegre, dijo.

“Como ser humano, estoy devastado por dentro, como todo gaucho”, dijo. “Pero como gobernador, estoy aquí firme y garantizo que no vamos a flaquear. Estamos haciendo todo con concentración, atención, disciplina e indignación, para garantizar que se haga todo lo que esté a nuestro alcance.”

El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva reconoció a las víctimas de las inundaciones en una rueda de prensa celebrada el viernes junto al Primer Ministro de Japón, Fumio Kishida, en Brasilia.

“Las primeras palabras del ministro Fumio Kishida en la reunión que mantuvimos fueron de solidaridad con el pueblo del estado de Rio Grande do Sul, víctima de una de las mayores inundaciones que hayamos conocido. Nunca antes en la historia de Brasil se había registrado tal cantidad de lluvia en un solo lugar”, declaró Lula.

El tiempo en toda Sudamérica se ve afectado por el fenómeno climático de El Niño, un acontecimiento periódico y natural que calienta las aguas superficiales de la región del Pacífico ecuatorial. En Brasil, El Niño ha causado históricamente sequías en el norte y lluvias intensas en el sur.

Este año, los efectos de El Niño han sido especialmente dramáticos, con una sequía histórica en la Amazonia. Los científicos afirman que los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes debido al cambio climático provocado por el hombre.

Karina Lima, científica de 36 años y candidata a doctora en climatología por la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, dijo a The Associated Press que el estado está situado en una región con ciertas características que amplifican el potencial destructivo de El Niño.

“Los modelos llevan tiempo prediciendo que Rio Grande do Sul seguirá registrando un aumento de las precipitaciones medias anuales y de las precipitaciones extremas, es decir, más concentradas y severas”, dijo.

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