Cierre de escuelas obliga a niños del mundo a trabajar

Este pequeño de 11 años, de una ciudad industrial al sur de la India, sería un excelente estudiante para cualquier salón de clases, sólo hay que preguntar a su maestro.

"Rahul es un buen estudiante", dijo N. Sundara Murthy. “Su poder de aprendizaje es muy bueno. Su vocabulario es muy bueno. Tiene un coeficiente intelectual alto. Dice que quiere ser médico y podría serlo si tiene las instalaciones adecuadas".

Pero con su escuela cerrada debido al coronavirus, Rahul se encuentra como parte del enjambre de niños que salen a la calle, no con mochilas ni libros, sino con sucios sacos y bolsas, revolviendo en basureros en busca de plástico reciclable donde pagan a centavos la hora.

"Lo odio", dijo Rahul.

En muchas partes del mundo en desarrollo, el cierre de escuelas ha dejado a los niños en la calle. Las familias están desesperadas por dinero. Los niños son una fuente fácil de mano de obra barata. Mientras que Estados Unidos y otros países desarrollados debaten la efectividad de la educación en línea, cientos de millones de niños en los países más pobres carecen de computadoras o de Internet y no tienen ninguna escolaridad.

Los funcionarios de las Naciones Unidas estiman que al menos 24 millones de niños abandonarán la escuela y que millones podrían ser absorbidos por el trabajo. Niños de diez años ahora están extrayendo arena en Kenia. Los niños de la misma edad están cortando hierbas malas en las plantaciones de cacao en África occidental. En Indonesia, se pinta de plata a niños y niñas de hasta 8 años y se les presiona para que sirvan como estatuas vivientes que mendigan dinero.

El aumento del trabajo infantil podría socavar los avances logrados en los últimos años en la matrícula escolar, la alfabetización, la movilidad social y la salud de los niños.