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Internacional

En la costa de Chile

Causan incendios 112 muertes y centenares de desapariciones

‘Fue como entrar en el infierno’, aseguran vecinos de Valparaíso

The New York Times

martes, 06 febrero 2024 | 06:00

Cristobal Olivares / The New York Times | Omar Castro Vázquez el domingo en El Olivar, en la región de Valparaíso

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Chile.- Días después de que devastadores incendios arrasaron la costa del Pacífico de Chile, asolando vecindarios enteros y atrapando a personas que intentaban huir en sus autos, las autoridades informaron el domingo de que al menos 112 personas habían muerto y cientos permanecían desaparecidas, y advirtieron que el número de muertos podría aumentar considerablemente.

“Esa cifra va a crecer, sabemos que va a crecer significativamente”, dijo el domingo el presidente Gabriel Boric, quien describió los incendios en la región de Valparaíso como el peor desastre en el país desde que un catastrófico terremoto en 2010 dejó más de 400 muertos y 1.5 millones de desplazados.

“Estamos ante una tragedia de magnitud muy grande”, declaró el presidente, que visitó la zona del incendio y anunció que el país guardaría dos días de luto. Dijo que una de las principales prioridades era recuperar los cuerpos de las víctimas.

Miles de viviendas quedaron destruidas por las llamas, que arrasaron a partir del viernes los asentamientos en las montañas a los alrededores de la ciudad balneario de Viña del Mar, impulsadas por fuertes vientos.

Adultos mayores no pueden escapar

Los incendios estallaron cuando muchos veraneaban en Viña del Mar, ciudad de unos 330 mil habitantes, y arrasaron las ciudades vecinas de Quilpué, Limache y Villa Alemana. En algunas zonas de ladera, varios residentes de edad avanzada no pudieron escapar.

Omar Castro Vázquez, cuya casa quedó destruida en el asentamiento de El Olivar, dijo que un vecino mayor había muerto en el incendio.

“Fue más una bomba nuclear que un incendio”, dijo Castro Vázquez, de 72 años. “No quedó nada”.

La destrucción en la región de Valparaíso se produjo mientras decenas de incendios ardían en el centro y el sur de Chile, en medio de lo que las autoridades han dicho son temperaturas más altas de lo normal para esta época del año.

Otros países de Sudamérica también han luchado por contener los incendios forestales. En Colombia se han declarado decenas de incendios en las últimas semanas, incluso en los alrededores de Bogotá, la capital, debido a la sequía que azota el país. Los bomberos también han luchado contra las llamas en Ecuador, Venezuela y Argentina.

Los incendios de Valparaíso avanzaron hacia la costa a medida que aumentaban los vientos el viernes.

Las llamas arrasaron la región, a unos 95 kilómetros al noroeste de Santiago, la capital, arrasando los cerros de Viña del Mar y las ciudades vecinas más pequeñas de Quilpué, Limache y Villa Alemana.

Varios incendios, que también amenazaron la ciudad portuaria de Valparaíso, ardieron durante toda la noche del viernes. Las autoridades recién empezaron a comprender la magnitud de los daños a partir del sábado.

Al amanecer del domingo, franjas de humo se aferraban a las laderas de los cerros sobre Viña del Mar. A lo largo de una carretera hacia la costa, se quemaron bancos de tierra y puentes y los tocones de los árboles ardían en las laderas. Las carcasas incineradas de los autos ensuciaban las carreteras.

Evacuaciones fallidas

Los primeros indicios apuntan a fallos en las órdenes de evacuación, lo que, según algunos residentes, puede haber contribuido al número de bajas.

Fotografías publicadas en la plataforma de redes sociales X mostraban largas filas de autos quemados que parecían haber sido envueltos en llamas mientras la gente intentaba salir de Viña del Mar, lo que generó comparaciones con la evacuación fallida durante el incendio del año pasado en Lahaina, en Maui, Háwai.

El Servicio Nacional de Respuesta y Prevención ante Desastres de Chile, Senapred, dijo que las alertas se emitieron a partir del viernes, y dieron a la gente instrucciones de evacuación, pero no se les ordenó salir.

Los vecinos se ayudaron unos a otros a retirar los escombros y los electrodomésticos quemados de lo que quedaba de las casas.

“No he llorado, no lo he asumido. Apenas estoy concentrado en limpiar mi casa y la de mi vecino”, dijo Castro Vázquez. “Estamos destrozados”.

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