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Internacional

Cambiarán drones el equilibrio militar

De manera similar a la carrera armamentista nuclear del siglo pasado, la carrera armamentista de la IA definirá la actual

Agencia Reforma

martes, 19 marzo 2024 | 23:11

The Wall Street Journal | El elemento más formidable de la proyección de poder estadounidense tiene mucho tiempo de ser el buque de guerra

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Nueva York.- El dron modelo Shahed que mató a tres miembros de las fuerzas armadas de EU en una base remota en Jordania el 28 de enero costó alrededor de 20 mil dólares. Era parte de una familia de drones construidos por el Centro de Investigación de Industrias de Aviación Shahed, una empresa iraní operada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, de acuerdo con información publicada por el medio estadounidense The Wall Street Journal.

A 1.6 mil kilómetros de distancia y tres días después, de la noche del 31 de enero a la mañana del 1 de febrero, drones marítimos no tripulados desplegados por la secreta Unidad 13 de Ucrania hundieron el buque de guerra ruso Ivanovets de 70 millones de dólares en el Mar Negro, y durante los últimos meses, hutíes han interrumpido miles de millones de dólares de comercio a través del Golfo de Adén mediante ataques con drones igualmente económicos contra el transporte marítimo.

Así, de repente, los drones se han vuelto omnipresentes en el campo de batalla, pero apenas estamos en los albores de esta nueva era en librar la guerra.

Esta no sería la primera vez que una tecnología de bajo costo y una nueva concepción de la guerra se combinan para suplantar tecnologías de alto costo basadas en métodos antiguos.

El elemento más formidable de la proyección de poder estadounidense tiene mucho tiempo de ser el buque de guerra. Después de los ataques del 7 de octubre contra Israel, la Administración Biden envió dos grupos de combate de portaaviones a la región para disuadir la agresión iraní. Uno de esos portaaviones, el USS Gerald R. Ford, estaba en su viaje inaugural, habiendo salido recientemente del astillero a un precio de 13 mil millones de dólares. Esto lo convierte en el buque de guerra más caro de la historia.

Pero por esa misma suma, una nación podría comprar 650 mil drones Shahed. Sólo tomaría a unos cuantos de esos drones encontrar su objetivo para paralizar y tal vez hundir al Ford.

Afortunadamente, el Ford y otros buques de guerra estadounidenses poseen amplios sistemas de defensa antimisiles que hacen muy improbable que unos cuantos drones Shahed puedan asestar impactos directos. Sin embargo, los rápidos avances en la IA están cambiando eso.

El dron cambiará la faz de la guerra cuando se emplee en enjambres dirigidos por IA. Este momento aún no llega, pero viene presuroso. Si no estamos preparados, estas nuevas tecnologías implementadas a escala podrían cambiar el equilibrio global del poder militar.

Muchas de ellas ya existen, ya sean los drones Shahed que atacan a los barcos en el Golfo de Adén o los drones Switchblade que destruyen tanques rusos en el Donbás o las minas marítimas inteligentes alrededor de Taiwán. Lo que aún no existe son los sistemas dirigidos por IA que permitirán a una nación llevar la guerra no tripulada a escala... pero ya vienen.

Algunos drones Shahed son en su mayoría una molestia, fácilmente eliminados, excepto en el raro caso de que asesten un golpe por suerte. Son mejores para cegar radares, trastocar comunicaciones y atacar a pequeños números de tropas, como lo hicieron trágicamente en Jordania. Pero docenas o cientos de drones en enjambres dirigidos por IA tendrán la capacidad de abrumar las defensas y destruir incluso plataformas avanzadas. Las naciones que dependen de sistemas grandes y costosos como portaaviones, aviones furtivos o incluso tanques de batalla podrían verse vulnerables frente a un adversario que despliega una variedad de armas no tripuladas de bajo costo, fácilmente dispersables y de largo alcance.

En esencia, la IA es una tecnología basada en el reconocimiento de patrones. En la teoría militar, la interacción entre el reconocimiento de patrones y la toma de decisiones se conoce como ciclo OODA, observar, orientar, decidir, actuar. La teoría del bucle OODA, desarrollada en la década de 1950 por John Boyd, un piloto de combate de la Fuerza Aérea, sostiene que el bando en un conflicto que pueda moverse con mayor rapidez a través de su bucle OODA poseerá una ventaja decisiva en el campo de batalla.

Por ejemplo, de los más de 150 ataques con aviones no tripulados contra las fuerzas estadounidenses desde los ataques del 7 de octubre, en todos menos uno el circuito OODA utilizado por las fuerzas de EU fue suficiente para subvertir el ataque. Los buques de guerra y bases estadounidenses pudieron observar los drones entrantes, orientarse contra la amenaza, decidir lanzar contramedidas y luego actuar. Sin embargo, desplegados en enjambres dirigidos por IA, los mismos drones podrían abrumar cualquier bucle OODA dirigido por humanos. Es imposible lanzar miles de drones autónomos pilotados por individuos, pero la capacidad computacional de la IA hace que esos enjambres sean una posibilidad.

Esto transformará la guerra. La carrera no será por las mejores plataformas, sino por la mejor IA que dirija esas plataformas. Es una guerra de bucles OODA, enjambre contra enjambre. El bando ganador será el que haya desarrollado la toma de decisiones basada en IA que pueda mantenerse a un paso adelante de su adversario. La guerra se encamina hacia un conflicto cerebro contra cerebro.

El Departamento de Defensa de EU ya está investigando una "interfaz cerebro-computadora", que es una vía de comunicación directa entre el cerebro y una IA. Un estudio reciente de la Corporación RAND, que examina cómo una interfaz así podría "apoyar la toma de decisiones entre humanos y máquinas", planteó el sin fin de preocupaciones éticas que existen cuando los humanos se convierten en el eslabón más débil en la cadena de toma de decisiones en tiempos de guerra. Para evitar un futuro de pesadilla con campos de batalla poblados por robots asesinos totalmente autónomos, EU ha insistido en que un tomador de decisiones humano siempre debe permanecer involucrado antes de que cualquier sistema basado en Inteligencia Artificial pueda llevar a cabo un ataque letal.

Pero, ¿estarían los adversarios dispuestos a eliminar al humano para obtener una ventaja en el campo de batalla? En estos momentos se están librando las primeras batallas en esta nueva era de la guerra. Sin embargo, es fácil imaginar un futuro en el que las armadas dejarán de operar como flotas y se convertirán en cardúmenes de buques sumergibles y de superficie no tripulados, en el que las fuerzas aéreas retirarán sus escuadrones y elevarán sus enjambres, y en el que un ejército conquistador parecerá más como una infestación robótica.

De manera similar a la carrera armamentista nuclear del siglo pasado, la carrera armamentista de la IA definirá la actual. Quien gane poseerá una profunda ventaja militar. No se equivoquen: si se coloca en manos autoritarias, el dominio de la IA se convertirá en una herramienta de conquista, tal como Alejandro Magno expandió su imperio con las nuevas armas y tácticas de su época.

El historiador antiguo Plutarco nos recuerda cómo terminó esa campaña: "Cuando Alejandro vio el alcance de sus dominios, lloró porque no había más mundos que conquistar".

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