Buscan países ricos mano de obra migrante tras estragos por pandemia

Nueva York.- A medida que la pandemia avanza hacia un tercer año, ha comenzado una batalla global por los trabajadores jóvenes y capaces. Con visas rápidas y promesas de residencia permanente, muchas de las naciones ricas que impulsan la economía global están enviando un mensaje a inmigrantes calificados de todo el mundo: se necesita ayuda. Ahora.

En Alemania, donde los funcionarios advirtieron recientemente que el país necesita 400 mil nuevos inmigrantes al año para cubrir puestos de trabajo en campos que van desde la academia hasta el aire acondicionado, una nueva Ley de Inmigración ofrece visas de trabajo aceleradas y seis meses para visitar y encontrar trabajo.

Canadá planea otorgar residencia a 1.2 millones de nuevos inmigrantes para 2023. Israel recientemente finalizó un acuerdo para traer trabajadores de la salud de Nepal. Y en Australia, donde las minas, hospitales y pubs están escasos de personal después de casi dos años con una frontera cerrada, el gobierno tiene la intención de duplicar aproximadamente el número de inmigrantes que permite ingresar al país durante el próximo año.

El impulso global para atraer extranjeros con habilidades, especialmente aquellos que se encuentran en algún lugar entre el trabajo físico y un doctorado en física, tiene como objetivo suavizar una recuperación accidentada de la pandemia.

Muchos países, incluidos Bélgica, Finlandia y Grecia, otorgaron derechos laborales a los extranjeros que habían llegado con visas de estudiante o de otro tipo. Algunos países, como Nueva Zelanda, también extendieron indefinidamente las visas de trabajo temporal, mientras que Alemania, con su nueva Ley de inmigración, aceleró el proceso de reconocimiento de las calificaciones profesionales extranjeras. En Japón, un país que envejece rápidamente y que tradicionalmente se ha resistido a la inmigración, el gobierno permitió que los trabajadores temporales cambiaran de empleador y mantuvieran su estatus.

Estos movimientos de la migración mundial constituyeron advertencias tempranas de la desesperación del mercado laboral.