Diario
Internacional
viernes, 20 diciembre 2019 | 12:29
Iban en el tren de las 8:37 a.m. a Bangkok el miércoles cuando se dieron cuenta de que estaban sentados frente a un asesino serial.
La joven pareja pensó que parecía sospechoso. El hombre estaba dormitando en un rincón, escondido debajo de un sombrero y con un tapabocas azul. Pero una distintiva cicatriz lo delataba, justo sobre su ceja izquierda, sobresaliendo de su frente. La mujer lo vio primero. Ella le dio un codazo a su novio, un estudiante universitario, y le dijo que se sentía incómoda, según contó la pareja al Bangkok Post.
¿Podría ser realmente él, Somkid Pumpuang? le preguntó a su novio.
Muchos en Tailandia conocen el nombre. Es uno de los únicos dos asesinos seriales en la historia de la nación. Apodado Jack el Destripador de Tailandia, sus víctimas por lo regular eran masajistas y ‘escorts’ a las que engañaba con un encanto parecido al de Ted Bundy, llevándolas a habitaciones de hotel donde las estrangulaba hasta la muerte y les robaba sus pertenencias de valor. En el 2005, Somkid fue sentenciado a cadena perpetua por la muerte de cinco mujeres, publicó The Washington Post.
Pero ahora Somkid, de 55 años, estaba libre de nuevo. Su foto estaba en todas las noticias. En mayo, había sido liberado de la prisión por buen comportamiento después de cumplir 14 años por los cinco asesinatos.
Para el domingo, su sexta víctima estaba muerta, de acuerdo con la Policía, y Somkid había desaparecido.
Ahora, la mujer en el tren le pidió a su novio que mirara más de cerca al hombre somnoliento.
“Esa marca sobre su ceja izquierda”, dijo el estudiante, el cual no fue identificado por la Policía, al Bangkok Post, “me confirmó que ese hombre era Somkid”.
El miércoles, el famoso asesino fue arrestado y acusado de asesinato premeditado, una vez más, después de que el estudiante le tomara una foto de él y la enviara a la Policía local, la cual pronto acorraló el tren y detuvo al sospechoso.
La policía dice que el domingo encontraron a Ratsami Mulichan, de 51 años, muerta en su casa, estrangulada con un cable eléctrico, sujeta con cinta adhesiva alrededor de su cuello, y atada de tobillos y muñecas, según informó el Bangkok Post. Un teléfono celular encontrado en lugar de los hechos vinculó rápidamente a Somkid, quien desde entonces confesó haber cometido el crimen, de acuerdo con la Policía.