Antiguas bombas de Rusia eluden las defensas modernas de Ucrania

Kiev.- Maryna Ivanova, una joven que vive en un pueblo ribereño en el sur de Ucrania, se sintió incómoda cuando su prometido y su hermano se fueron a trabajar una mañana a principios de mayo. Se dirigían a una isla cercana en el río Dnipro, la línea de frente acuática entre las fuerzas rusas y ucranianas, y el área estaba siendo fuertemente bombardeada.

De pie frente a su estufa, preparando sopa de cerdo y papas, Ivanova escuchó, y sintió, una explosión enorme, mucho más aterradora, dijo, que las explosiones que se han vuelto rutinarias.

“Se sintió como si algo hubiera caído sobre nosotros”, dijo.

Unos minutos más tarde, escuchó gritos afuera y corrió hacia el muelle. Un barco se detuvo. Dentro yacía su hermano, empapado en sangre. Desplomado junto a él estaba su prometido con parte de su rostro volado. Ambos estaban muertos.

Ella cayó de rodillas.

“No podía creer lo que estaba viendo”, dijo.

El ataque no fue un mortero, un proyectil de tanque o un proyectil disparado por artillería de largo alcance, según funcionarios ucranianos que investigaron el incidente. Fue, dijeron, una bomba modificada lanzada desde un avión de combate ruso, el último giro destructivo en una guerra que solo se está intensificando.

Mientras Kiev se prepara para una contraofensiva muy esperada, funcionarios ucranianos, analistas independientes y oficiales militares estadounidenses, dicen que los rusos están aumentando el uso de bombas de la era soviética. Aunque tienen limitaciones, las armas, dijeron, están resultando más difíciles de derribar que los misiles más rápidos y modernos que los ucranianos se han vuelto expertos en interceptar.

Gran parte de esta guerra se libra con municiones de largo alcance, desde proyectiles de artillería hasta misiles balísticos. En las últimas semanas, los rusos han lanzado oleada tras oleada de misiles y drones explosivos contra ciudades ucranianas, y Ucrania los ha derribado a casi todos.

Pero las bombas de los aviones son diferentes. No tienen sistemas de propulsión como los misiles de crucero ni permanecen en el aire tanto tiempo como los drones. Las bombas están en el aire durante solo 70 segundos o menos y son mucho más difíciles de rastrear para las defensas aéreas de Ucrania. Son pequeños puntos en las pantallas de radar que desaparecen pronto después de ser arrojados, dijeron funcionarios ucranianos, y luego se estrellan contra las aldeas.

“Esta es la evolución de la guerra aérea”, dijo el teniente coronel Denys Smazhnyi de la Fuerza Aérea de Ucrania. “Primero probaron misiles de crucero y los derribamos. Luego probaron con drones y los derribamos. Constantemente están buscando una solución para atacarnos, y nosotros estamos buscando una para interceptarlos”.