Internacional

Advierten 'epidemia' de desinformación sobre vacunas

Las redes sociales se están llenando de información errónea sobre una cura del Covid-19, meses o años antes de que exista

The New York Times

miércoles, 13 mayo 2020 | 11:50

The New York Times

Nueva York.- La otra noche, a la mitad de ver "Plandemic", un documental que se hizo viral en las redes sociales la semana pasada, difundiendo mentiras y desacreditando tonterías sobre el coronavirus a millones de estadounidenses, tuve un pensamiento aterrador:

¿Qué sucede si recibimos una vacuna Covid-19 y la mitad del país se niega a tomarla?

Se me ocurrió que toda la información errónea que hemos visto hasta ahora: los falsos rumores de que las torres de teléfonos celulares 5G alimentan el coronavirus, que beber cloro o inyectar rayos UV pueden curarlo, que el doctor Anthony Fauci es parte de una conspiración contra Trump, puede ser solo el acto de calentamiento para una guerra de información mucho más grande cuando una vacuna efectiva esté disponible para el público. Esta guerra podría enfrentar a los funcionarios y políticos de salud pública contra un movimiento antivacunación que inunda las redes sociales con información errónea, teorías de conspiración y propaganda destinadas a convencer a las personas de que la vacuna es una amenaza en lugar de un milagro que salva vidas y economías.

He estado siguiendo a la comunidad contra las vacunas por años, viendo a sus miembros operar en grupos privados de Facebook y cuentas de Instagram, y he descubierto que son mucho más organizados y estratégicos de lo que muchos de sus críticos creen. Son hábiles manipuladores de medios, comunicadores efectivos y tienen experiencia en explotar las debilidades de las plataformas de redes sociales. (Solo un ejemplo: poco después de que Facebook y YouTube comenzaron a eliminar copias de "Plandemic" por violar sus reglas, vi a personas en grupos antivacunas que lo editaban de maneras sutiles para evadir el software de aplicación automatizada de las plataformas y volver a publicarlo).

En resumen, los antivacunas han estado practicando para esto. Y me preocupa que sean inusualmente efectivos para sembrar dudas sobre una vacuna Covid-19.

Podemos evitar eso, pero solo si comenzamos a sentar las bases antes de que sea demasiado tarde. Organizaciones como el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud, necesitan comprender la dinámica de las comunidades en línea contra la vacunación y comenzar una campaña de corazones y mentes para restablecer la fe en el establecimiento médico mientras se desarrolla una vacuna. Las empresas de redes sociales deben tomar en serio la amenaza de la información errónea relacionada con las vacunas y dedicar enormes recursos para detener su propagación. Y aquellos de nosotros que creemos en las vacunas debemos darnos cuenta de que es posible que no seamos mayoría por mucho tiempo y hacer todo lo posible para llegar a las personas en nuestras vidas que podrían ser susceptibles a la propaganda antivacuna.

Para recuperarnos de esta pandemia, necesitamos un movimiento provacuna que sea tan devoto, conocedor de Internet y tan convincente como el movimiento antivacuna es para sus seguidores. Necesitamos hacerlo rápidamente, con toda la creatividad y urgencia de los científicos que están desarrollando la vacuna en sí. Millones de vidas y billones de dólares en actividad económica pueden depender no solo de producir una vacuna, sino de persuadir a las personas para que la acepten.

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