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Internacional
viernes, 20 agosto 2021 | 11:42
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Biden, que se espera que hable a la 1 p.m. en Washington, ha defendido la retirada de Afganistán, al tiempo que prometió no abandonar a los afganos que arriesgaron sus vidas trabajando para el gobierno de Estados Unidos durante la guerra.
Estados Unidos ha enviado tropas y refuerzos diplomáticos al aeropuerto de Kabul en los últimos días para acelerar el procesamiento de visas para los afganos. Los comandantes estadounidenses están negociando a diario con sus homólogos talibanes, los insurgentes con los que lucharon durante casi dos décadas, para garantizar que los evacuados puedan llegar al aeropuerto.
Pero las garantías de Washington desmienten el miedo y la futilidad en el terreno.
Miles de personas esperan temerosas frente a las puertas del aeropuerto, donde los soldados talibanes han atacado a personas con palos y culatas de rifles. Mientras los afganos con documentos de viaje acampaban afuera en medio de los puestos de control de los talibanes y los alambres de púas, multitudes ansiosas se apretujaban contra los muros explosivos, con mujeres y niños en brazos de los soldados estadounidenses del otro lado.
Desde que llegaron a Kabul el fin de semana pasado, los talibanes se han movido rápidamente para consolidar su control sobre Afganistán, dispersando las protestas con la fuerza y persiguiendo a los oponentes a pesar de las promesas de amnistía, según testigos y una evaluación de seguridad preparada para las Naciones Unidas.
La imprevisibilidad del grupo y la historia de brutalidad han desencadenado una carrera por escapar, especialmente entre los afganos que trabajaron junto a las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN.
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