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Internacional
viernes, 10 julio 2020 | 10:29
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Pocos días después de que un incendio arrasara la amada catedral en abril del año pasado, Macron, sorprendiendo a muchos, sugirió reemplazar la aguja perdida con un "gesto arquitectónico contemporáneo".
Las autoridades francesas propusieron un prestigioso concurso internacional de arquitectura para reemplazar la aguja, lo que condujo a una serie de propuestas preliminares que iban desde lo moderno hasta lo loco, incluyendo un haz de luz, jardines cubiertos de vidrio y una llama de fibra de carbono de 90 metros.
Pero la idea de una aguja moderna nunca tuvo éxito entre los críticos o la opinión pública, y Macron nunca se comprometió a ello.
Las encuestas mostraron una mayoría a favor de restaurar la torre del siglo XIX diseñada por Eugène Viollet-le-Duc, un arquitecto francés que dirigió una importante restauración de la catedral. La aguja original, que se mantuvo durante cinco siglos y medio, se deterioró gravemente y se borró en el siglo XVIII.
La oficina de Macron dijo en un comunicado el jueves que se había "convencido" de que Notre Dame debía ser restaurada de una manera que fuera lo más fiel posible a su estado completo, coherente y último conocido.
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