'Yo no quería que se fueran'

San Martín, El Salvador.- Rosa Ramírez le rogó a su hijo, urgiéndolo para que no se fuera de El Salvador y se dirigiera hacia el norte con su esposa y su pequeña hija, ya que los riesgos eran demasiado altos.

Pero él no tuvo otra opción. Su vecindario estaba controlado por una pandilla que se enriqueció con el narcotráfico, la extorsión y violencia.  Sin embargo, lo que más ejercía presión, según dijo Ramírez, es que apenas y podrían satisfacer sus necesidades con sus trabajos en restaurantes de comida rápida y habían puesto su esperanza en llegar a Estados Unidos.

Pero nunca lo lograron.

El domingo pasado, después de semanas de camino, el hijo de Ramírez, Oscar Alberto Martínez Ramírez de 25 años y su hija de 23 meses, Angie Valeria, se ahogaron mientras trataban de cruzar de México hacia Texas.

Su destino, fue captado en una estrujante fotografía en la que el padre y la hija yacen boca abajo en las aguas lodosas del Río Grande, el brazo de la pequeña estaba alrededor de él.

Esta situación se ha convertido rápidamente en un punto central del debate sobre el flujo de migrantes que se dirigen a la frontera estadounidense --- y la determinación del presidente Trump de detenerla.

Los críticos del presidente han tomado el caso de la familia Martínez, el senador Chuck Schumer de Nueva York catalogó las políticas del presidente como “un torbellino de incompetencia que están dando lugar a fotografías como ésa”.

Mientras que Trump y sus simpatizantes han acusado a su vez a los demócratas de una inacción que ha empeorado la crisis.