Diario
Estados Unidos
viernes, 06 septiembre 2019 | 10:11
Washington.- La campaña presidencial de Beto O'Rourke envió cartas a las principales empresas de tecnología el viernes por la mañana implorándoles que hagan un mayor esfuerzo por erradicar la desinformación que apareció en las redes sociales antes de las elecciones del 2020, publicó The Washington Post.
Las súplicas puntuales, de la gerente de campaña, Jen O'Malley Dillon, salieron a la luz después de que una teoría de conspiración, que vinculaba falsamente al excongresista de Texas con el hombre armado que mató a siete personas en dos ciudades del oeste de Texas el sábado, se difundiera en las redes sociales esta semana, siendo compartida miles de veces y, según la campaña, en un momento se convirtió en la segunda consulta de búsqueda de Google con mayor tendencia relacionada con el candidato en los últimos siete días.
Entre los que amplificaron la afirmación engañosa, que pareció originarse en Twitter con la acusación de que el pistolero era un socialista demócrata que portaba una calcomanía de O'Rourke en su camioneta, estaban Anthony Shaffer, exoficial de la Agencia de Inteligencia de Defensa y miembro de un consejo de asesoría cuya misión es promover al presidente Trump, y Sebastian Gorka, quien trabajó brevemente en la Casa Blanca.
De lo contrario, muchas de las cuentas que promovieron la teoría conspiratoria exhibieron características similares a las de los bots, según los analistas. Nir Hauser, quien dirige la firma, VineSight, la cual utiliza inteligencia artificial para rastrear información errónea, dijo que el tuit original recibió un primer impulso de cuentas que se comportaban como bots, un tipo de software que se puede configurar para enviar mensajes en las redes sociales.
Después de suspender brevemente la cuenta instigadora, que opera bajo el nombre de @suemo54 y el nombre “Sue Moore”, Twitter dijo el jueves que no eliminaría las publicaciones debido a que no infringen las políticas de la compañía.
Eso no se sentó bien con la campaña de O'Rourke.
Las cartas fueron enviadas a altos ejecutivos de Twitter, Facebook y Google, compañías que, juntas, ejercen un gran poder sobre el ecosistema en línea, configurando la forma en que sus usuarios se comunican, piensan y votan.