Veterano del Ejército entró en 'modo de combate' para desarmar a tirador en Colorado

Colorado Springs.- Richard M. Fierro estaba en una mesa en el Club Q con su esposa, su hija y sus amigos el sábado, viendo un espectáculo de drag, cuando el repentino destello de disparos atravesó el club nocturno y los instintos que se forjaron durante cuatro despliegues de combate en Irak y Afganistán despertaron. Defiéndete, se dijo a sí mismo, protege a tu gente.

En una entrevista en su casa este lunes, donde su esposa y su hija aún se estaban recuperando de las heridas, Fierro, de 45 años, quien pasó 15 años como oficial del Ejército y se fue como mayor en 2013, según registros militares, describió cómo actuó a través del caos en el club, abordando al pistolero y golpeándolo con su propia arma.

“No sé exactamente lo que hice, simplemente entré en modo de combate”, dijo Fierro, sacudiendo la cabeza mientras estaba de pie en la entrada de su casa, con una bandera estadounidense colgando en el aire helado. “Solo sé que tengo que matar a este tipo antes de que nos mate a nosotros”.

Las autoridades tienen detenido a Anderson Lee Aldrich, de 22 años, acusado de matar a cinco personas, y dicen que 18 personas más resultaron heridas en el club en un disturbio que duró solo unos minutos. El número de muertos podría haber sido mucho mayor, dijeron las autoridades el domingo, si los clientes del bar no hubieran detenido al atacante.

“Salvó muchas vidas”, dijo el alcalde John Suthers sobre Fierro. El alcalde dijo que había hablado con Fierro y quedó impresionado por su humildad. “Nunca me he encontrado con una persona que se haya involucrado en acciones tan heroicas y haya sido tan humilde al respecto”.

Se suponía que sería una noche tranquila en familia: el veterano de combate y su esposa, Jess, se unieron a su hija, Kassandra, su novio de toda la vida, Raymond Green Vance, y dos amigos de la familia para ver a una de las amigas de su hija realizar un acto de drag.

Era la primera vez que Fierro asistía a un espectáculo de drag, y le estaba gustando. Había pasado 15 años en el ejército y ahora disfrutaba de su papel como civil y padre, viendo actuar a uno de los viejos amigos de la escuela secundaria de su hija.

“Estos niños quieren vivir de esa manera, quieren pasar un buen rato, divertirse”, dijo mientras describía la noche. “Estoy feliz por eso porque es por lo que luché, para que puedan hacer lo que quieran”.