Vapear es arriesgado, ¿por qué la FDA está autorizando los cigarros electrónicos?

Nueva York— Cuando aparecieron por primera vez en Estados Unidos a mediados de los años 2000, “los sistemas de distribución de nicotina electrónica” --- cigarros electrónicos, vapeo, líquidos electrónicos y otros artefactos que contienen el estimulante que se encuentra en el tabaco --- fueron sujetos a poca supervisión federal.

Sus fabricantes podían incorporar incontables ingredientes y sabores. Al igual que los cigarros antes de ellos, los aparatos demostraron ser extremadamente atractivos para los jóvenes, en el 2018, un cirujano general declaró que el vapeo de los jóvenes era una “epidemia” e hizo notar que uno de cada cinco preparatorianos y uno de cada 20 alumnos de secundaria usaba cigarros electrónicos.

La nicotina puede dañar el desarrollo del cerebro y los cigarros electrónicos contienen toxinas dañinas como metales pesados, el efecto a largo plazo del vapeo --- el calentamiento de la nicotina para crear un aerosol inhalado --- son inciertas.

A pesar de esas preocupaciones, oficiales de salud pública de Estados Unidos esperan, tomando en cuenta la opción que hay en el mercado abierto, que la gente que ya es adicta a la nicotina va a optar por los cigarros electrónicos en lugar de los cigarrillos --- un letal producto que ha tenido mucho éxito atrayendo y reteniendo a usuarios y ha matado a unos 24 millones de estadounidenses en las últimas seis décadas.

Existe la creencia que los cigarros electrónicos generalmente contienen menos químicos tóxicos que el tabaco que fuman y son menos dañinos que los cigarrillos.

La Administración de Alimentos y Medicamentos, FDA por sus siglas en inglés, tiene la autoridad de mantener los productos fuera del mercado, a menos que se demuestre que el beneficio para la salud pública supera sus riesgos.

Un vaporizador y dos líquidos con sabor a tabaco fueron autorizados, después que la FDA declaró que la información entregada por el fabricante mostraba que eran menos tóxicos que los cigarrillos y podían “beneficiar a los fumadores adultos para que cambiaran a esos productos”.

Esa decisión fue controvertida debido en parte a que la investigación sobre si los productos electrónicos pueden ayudar a los fumadores adultos a mantenerse alejados de los cigarrillos ha mostrado resultados divididos.

Como resultado de eso, los cigarros electrónicos no pueden ser promovidos por oficiales de salud ante los fumadores como una manera de dejar de fumar ni como una probada terapia.