Trump no fue acusado, aunque los cargos siguen representando una amenaza

Después de todas las sospechas y expectación, no se trató de una conspiración relacionada con Rusia, ni de un lavado de dinero a gran escala ni de un alegato sobre asociación delictiva y corrupción.

En lugar de eso, fue una investigación que dejó al descubierto un supuesto abuso de beneficios --- como la renta de autos, apartamentos y colegiatura escolar --- que transformó el negocio familiar de Donald J. Trump de un imperio inmobiliario a un acusado penal.

Este jueves, la fiscalía del procurador de Distrito de Manhattan anunció cargos en contra de la Organización Trump y su director financiero Allen H. Weisselberg, alegando un fraude durante más de una década en la que Weisselberg no pagó impuestos por casi 2 millones de dólares por beneficios y bonos que recibió, mientras que la empresa se benefició de ayudarlo a hacer eso.

Aunque no hay indicio de que Trump vaya a enfrentar cargos penales en el futuro cercano, el procurador de Distrito Cyrus R. Vance Jr., comentó que “continúa trabajando” y el ex presidente seguirá siendo el foco de la investigación mientras la fiscalía ejerce presión contra Weisselberg para que colabore.

Trump ha escapado de numerosas investigaciones legales durante la mayor parte de tres décadas, y bien podría lograrlo nuevamente.

Aun así, el caso presentado por Vance este jueves ya tocó el corazón de la imagen pública de Trump --- el negocio del empresario --- de una manera que ninguna otra investigación lo había hecho.

El desplome podría ser significativo. Una acusación en contra de una empresa --- dejando a un lado la condena --- puede poner en peligro las relaciones con los bancos y socios comerciales.

El ex presidente tiene que pagar cientos de millones de dólares en créditos y la amenaza legal a su negocio podría golpear sus finanzas.