Sellaron con 'policía bueno y malo' acuerdo de financiamiento para Ucrania

Nueva York.- Algunos mandatarios europeos dijeron en broma que le pagaron al primer ministro Viktor Orban de Hungría noches adicionales en su hotel en Bruselas para convencerlo de apoyar el financiamiento para Ucrania.

Otros, más en serio, le dijeron que él estaba enfrentando el riesgo de ser suspendido legalmente de los procesos de la Unión Europea.

Y otros cuantos lo escucharon amigable y empáticamente al calor de unas copas mientras se quejaba acerca de lo que considera como una burocracia europea estancada contra él por sus cuestiones ideológicas.

Para este jueves por la mañana, justo una hora después de una reunión de emergencia de la Unión Europea, una presión cuidadosamente coordinada detrás de bambalinas forzó a Orban a claudicar.

Después de semanas de obstaculizar la reunión entre 27 líderes, finalmente estuvo de acuerdo en otorgar un financiamiento emblemático para Ucrania por 50 mil millones de euros, o sean 54 mil millones de dólares.

El éxito fue especialmente significativo tanto para Ucrania como para la Unión Europea, ya que ayudará a la economía de Ucrania a mantenerse a flote en los próximos cuatro años, aun cuando la ayuda de Estados Unidos está estancada en el Congreso.

También demostró la decisión de los países europeos para mantenerse unidos para apoyar a Ucrania contra Rusia y su determinación de doblegar al usualmente obstruccionista Orban.

Para llegar a este punto, los líderes más importantes de Europa asumieron varias funciones para presionar a Orban.

El presidente del Consejo Europeo Charles Michel jugó al mal policía. Este lunes, llamó a Orban para que supiera que no había manera de que obtuviera su derecho anual al veto sobre el financiamiento a Ucrania.

También le dijo que algunas naciones estaban considerando lanzar un procedimiento para despojarlo de su derecho al voto --- que sería un uso sin precedentes de las reglas de la Unión Europea.

Luego, el miércoles por la tarde, Orban se reunió con la primer ministro Giorgia Meloni de Italia, su amiga ideológica de extrema derecha, en una suite ejecutiva del Hotel Amigo, que es de cinco estrellas --- que es el lugar destinado para los dignatarios visitantes, situado en el centro de Bruselas.

Sentados en sillones forrados de terciopelo verde y disfrutando de una botella de champaigne, Meloni le dijo que tenía más que ganar de la Unión Europea si accedía.

Le sugirió que una revisión del financiamiento para Ucrania en el 2025 podría satisfacer su necesidad de tener un cercano escrutinio del desembolso y que ahora no era el momento para hacerlo.

Luego, el presidente de Francia Emmanuel Macron, se reunió con Orban la noche del miércoles y le dijo que los líderes de la Unión Europea incluirían las quejas de Orban acerca de que la rama ejecutiva de la Unión está reteniendo fondos de Hungria debido a su sesgo ideológico.

Mientras tanto, Orban se enteró que a unas cuantas millas de retirado por la misma calle, en las oficinas europeas de Bruselas, otros líderes se reunieron para hablar de él, sin que estuviera presente.

La obstrucción de Orban exasperó a sus socios europeos y a pesar de lo pequeño que es su país, Orban se había convertido en un gran antagonista de las reglas y normas de la Unión Europea.