Protestan en Estados Unidos contra orden de quedarse en casa

Nueva York.- En Michigan, miles de manifestantes en automóviles atascaron las calles alrededor del Capitolio del Estado, en Lansing, en protesta por las restricciones para evitar la propagación del coronavirus. En Frankfort, Kentucky, docenas de personas gritaron a través de la ventana del edificio del Capitolio, casi ahogando al gobernador Andy Beshear mientras proporcionaba una actualización de virus en una conferencia de prensa. Y en Raleigh, Carolina del Norte, al menos una persona fue arrestada durante una protesta que atrajo a más de 100 personas en oposición a una regla de quedarse en casa, informó The News & Observer.

En varios estados, los manifestantes han salido a las calles para instar a los gobernadores a reabrir negocios y relajar las estrictas reglas que los funcionarios de salud han dicho que son necesarias para salvar vidas.

Se han anunciado futuras protestas por los límites de la permanencia en el hogar en otros estados, incluidos Texas y Oregón, a medida que aumentan los efectos económicos y de salud del coronavirus en los Estados Unidos.

En la manifestación en Michigan el miércoles, que atrajo a la mayor cantidad de protestas hasta el momento, los manifestantes acusaron a la gobernadora Gretchen Whitmer de ir demasiado lejos con sus restricciones en las actividades cotidianas. Las órdenes de la Sra. Whitmer se encuentran entre las más estrictas de la nación, impidiendo que los residentes crucen la calle para visitar a los vecinos o conducir para ver amigos.

En el Capitolio de Lansing, el sonido de las bocinas de los automóviles llenó el aire y los letreros y pancartas proclamaron "Vive libre o muere", "Haz que Michigan trabaje de nuevo" y "Consideramos que nuestro gobernador no es esencial".

Algunos manifestantes, no en vehículos, ondeaban banderas estadounidenses a lo largo de las aceras. Desde lo alto de los escalones, los manifestantes corearon "libertad, libertad, libertad". Una persona llevaba una pancarta de "Trump 2020".

Denny Bradley, de 33 años, dijo a The Detroit News que él era el único sostén de su familia y que su empleador, un proveedor de automóviles, había estado cerrado durante tres semanas. Llevaba un letrero que decía "Quiero trabajar".