Protegerá Trump estatuas confederadas

Estados Unidos— Si alguna de las futuras generaciones coloca una estatua del presidente Donald Trump, le quitaría peso corporal, le removería las arrugas y lo presentaría como un Dios y sin ninguna falla, escribió Zachary B. Wolf en un análisis para CNN.

Eso es lo que hacen las estatuas, los retocan, hacen que su figura sea más grande que el tamaño normal y le dan una arreglada a la historia.

Una estatua de Trump no mencionará que mientras el coronavirus mataba a su gente, se rehusó a decirles que usaran mascarillas.

Tampoco mencionará el hecho de que en un momento en que el país está preparado para reconsiderar el racismo de su pasado, él movilizó a los US Marshals para proteger los monumentos de la Confederación.

Las estatuas no dan ningún contexto. Es más probable que en estos días coloquemos estatuas de figuras deportivas para bien o para mal, ya que son menos divisivas que los presidentes. Aunque Trump probablemente imagina que su rostro en broce va a estar en la Casa Blanca.

Tal vez por eso es que está dispuesto a mantener la estatura de Andrew Jackson, cuya presidencia fue antes de la Confederación, y se encuentra en la Plaza Lafayett, al otro lado de la Casa Blanca, a salvo de los manifestantes.

Aun si usted entiende los esfuerzos de Trump para proteger a Jackson --- a quien prefiere en lugar de colocar a Harriet Tubman en el billete de 20 dólares --- lo reto a que entienda su fidelidad al general Albert Pike, el confederado cuya estatua está cerca de la Plaza Judicial en Washington y desea reemplazarla después que la derribaron los manifestantes.

A Trump le importan las divisiones, particularmente las divisiones raciales y también le gusta explotarlas.