Principales donantes de Trump en 2016 reducen aportaciones para su reelección

Timothy Mellon, heredero solitario de una fortuna bancaria de Pittsburgh, era una figura tan desconocida entre los operativos republicanos que necesitaron buscar en Google su nombre cuando se acercó en 2018, inesperadamente, para ofrecer su ayuda en las elecciones de mitad de período.

El personal del Congreso descubrió rápidamente que este no era un donante mediocre: Mellon planeaba dar 10 millones de dólares, con la sugerencia de que quería contribuir más al partido en una fecha posterior, según dos personas con conocimiento de los intercambios.

Este abril, Mellon dio otros 10 millones de dólares, esta vez al súper PAC del presidente Trump, America First Action, el único grupo de recaudación de fondos respaldado por Trump al que se le permite recolectar contribuciones ilimitadas. La donación transformó instantáneamente a Mellon, un inversionista septuagenario que a veces se comunicaba por fax, en el mayor benefactor político del presidente de 2020.

Los millones de Mellon serían un gran problema en cualquier ciclo, pero el regalo fue especialmente bienvenido para este titular este año. El hecho de que un forastero como Mellon haya surgido como uno de los pocos partidarios dispuestos a ser tan generosos ilustra un problema sorprendente para el presidente: su lucha por atraer y retener a un grupo confiable de millonarios y multimillonarios dispuestos a emitir cheques de siete cifras, a pesar de su toma de posesión del Partido Republicano y una agenda política que sirve en gran medida a los intereses de los ultrarricos de Estados Unidos.

A Trump no le falta dinero en efectivo; ha recibido un gran número de pequeñas donaciones en línea de una ferviente base popular, y recaudó la asombrosa suma de 165 millones de dólares en julio para su campaña, y los dos comités de recaudación de fondos que comparte con el Comité Nacional Republicano. El fondo Trump Victory, uno de esos comités, también ha recaudado sumas respetables a través de donaciones que no pueden exceder los 580 mil 600 dólares, a diferencia de los súper PAC, que son recipientes para contribuciones ilimitadas.

Pero la menguada popularidad del presidente, impulsada por su comportamiento errático y divisivo durante la crisis del coronavirus, ha llevado a algunos de los republicanos más ricos, la artillería pesada de la política moderna, a retrasar, desviar o disminuir sus donaciones, al igual que Joseph R. Biden Jr. ha comenzado a aprovechar una rica parte del apoyo de Wall Street y Silicon Valley, dijeron agentes del partido y donantes en entrevistas.

Hasta ahora, solo 6 de los 38 principales donantes relacionados con Trump en 2016 y 2018 han contribuido para la reelección del presidente, según un análisis del New York Times de datos de financiamiento de campañas federales.